jueves, 16 de febrero de 2017

SALVACIÓN Y SANTIFICACIÓN, DOS PARTES DE UNA MISMA OBRA - PARTE 3


Ya vimos en el primer post cómo la Sangre resolvió el problema de nuestros pecados (nuestra salvación), y vimos en el segundo post los dos primeros pasos de nuestra santificación, ahora terminaremos de ver los dos últimos puntos de la misma.



EL TERCER PASO: "OFRÉZCANSE... "



"...ofrézcanse... y sus miembros" Romaniyim 6:13
 "...ofrezcan ahora sus miembros..." Romaniyim 6:19
La revelación de nuestra muerte en el Adón Yahshua es un asunto muy definido. Muchos de nosotros podemos dar la fecha cuando claramente vimos que Mashiaj murió por nosotros, y debemos tener igual claridad acerca de nuestra muerte en Mashiaj. No debe ser nada nebuloso sino muy definido. La cosa fundamental es una revelación de nuestra posición en Mashiaj en su muerte y una recepción definida de su vida de resurrección. Entonces, espontáneamente nos contaremos muertos en Mashiaj y vivos en Él. La revelación es fundamental para poder contar. Dijo Jorge Müller: "Un día Jorge Müller murió"; y nosotros debemos poder referirnos a nuestra muerte tan definidamente como él de la suya. Este reconocimiento es uno de los pasos que nos llevan a la vida normal del creyente. El primer paso es la revelación y el segundo es el considerarse, y ahora nuestro estudio nos lleva a considerar la verdadera naturaleza de la consagración.

Así que no reine el pecado en su cuerpo mortal, de modo que obedezcan a sus malos deseos. Ni tampoco ofrezcan sus miembros al pecado, como instrumentos de injusticia; sino ofrézcanse ustedes mismos a Elohim como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Elohim como instrumentos de justicia. Romaniyim 6:12-13

La revelación y la emunah son seguidas por la consagración. Estamos muertos y resucitados; ahora, sobre la base de la muerte y resurrección, debemos presentarnos, consagrarnos. Desde el versículo 12 hasta el 23, la palabra más importante es "ofrecer" ("presentar" en algunas traducciones). Muchos han dado a esta palabra el significado de "consagración" y con razón; pero no es la consagración como generalmente la entendemos. No es consagración en el sentido de ofrecer talentos, dones, poderes naturales, etc., al Adón, para su uso.

Nótese esta cláusula en el versículo 13: "como vivos de entre los muertos". La consagración a que se refiere aquí no es la consagración de algo perteneciente a la antigua creación, sino de aquella que ha pasado por la muerte a la resurrección. La entrega, que aquí se menciona, es el resultado de conocer la crucifixión de mi viejo hombre, y contarlo como crucificado. El saber, el considerarse y el presentarse es el orden divino. Cuando realmente sé que ya estoy crucificado, entonces espontáneamente me considero muerto; y cuando realmente me considero uno con el Adón en su muerte y resurrección, esto me lleva a presentarme a Él. 

Él es la fuente de mi vida, Él es mi vida: así que no puedo menos que entregar todo a Él, porque todo es suyo, no mío. Sin pasar por la muerte, no tengo nada para consagrar, y no hay nada que Elohim puede aceptar, porque Él ha condenado todo lo que es de la antigua creación en la Cruz. La muerte ha eliminado todo lo que no puedo ser consagrado a Él, pero la resurrección ha hecho posible la consagración. El presentarme a Elohim sencillamente significa que yo considero mi vida entera como perteneciente al Adón. 

Observemos que esta presentación está en relación con los miembros del cuerpo. Reconozco que mis miembros son propiedad absoluta del Adón. Es una gran cosa descubrir que ya no me pertenezco: soy del Adón. Si los $15 en mi bolsillo me pertenecen, entonces tengo plena autoridad sobre ellos. Pero si pertenecen a otro, quien me los entregó para guardar, entonces no puedo comprar con ellos a mi antojo; y no me atreveré a perderlos. La vida del creyente comienza con saber esto. ¿Cuántos de nosotros sabemos que, porque Mashiaj ha resucitado, nosotros por tanto vivimos "para Elohim" y no para nosotros mismos? ¿Cuántos de nosotros no nos atrevemos a usar nuestro tiempo, o dinero, o talentos como quisiéramos, porque nos damos cuenta de que son del Adón, y no nuestros? ¿Cuántos de nosotros tenemos un tan fuerte sentido de que pertenecemos a Otro, que no nos atrevemos a malgastar un centavo de nuestro dinero o una hora de nuestro tiempo, o cualquiera de nuestras facultades mentales o físicas? ¿Cuántos de nosotros hemos comprendido que TODO, ABSOLUTAMENTE TODO lo que hacemos o dejamos de hacer, lo hacemos o dejamos de hacer para Yahshua y para Yahweh, y que si insistimos en servir al mundo en primer lugar, a Él sólo le ofreceremos las migajas? Ninguno puede realmente experimentar la vida normal del creyente sin ceder todo al Adón.

Shaúl dice: "ofrezcan ahora sus miembros como siervos de la justicia para la santidad" (Romaniyim 6:19). Háganlo como un acto definido: "ofrezcan ahora sus miembros".


SANTIDAD


¿Qué es la santidad? Muchos piensan que llegamos a ser santos por la erradicación de alguna cosa mala interior. Pero no, cualquier cosa puede llegar a ser santa por ser apartada para Elohim. En los tiempos del Antiguo Testamento, si un hombre deseaba ser del todo del Adón, entonces era ungido con aceite y el Adón le santificaba. Después de esto, se lo consideraba como apartado al Adón. En la misma manera, un cordero o el oro en el templo podía ser santificado: no por la eliminación de toda maldad en ellos, sino por estar reservados exclusivamente para el Adón. La "santidad", en el original, significa algo puesto aparte (consagrado, de con-sagrado) y toda verdadera santidad es "santidad a Yahweh" (Éxodo 28:36). Me entrego a Mashiaj; eso es santidad.

Presentarme a Elohim quiere decir que reconozco que soy enteramente suyo. Es cosa tan definida como considerarse. Debe llegar un día en mi vida cuando paso de mis manos a las de Él, y desde ese día en adelante pertenezco a Él y ya no más a mí mismo. Eso no quiere decir que me consagro a ser un predicador o misionero. Entonces ¿a qué somos consagrados? No a la obra evangelista, a un "hacer cosas", sino a MORIR CADA DÍA PARA HACER ESPACIO AL YAHSHUA QUE HA SIDO SEMBRADO EN NUESTRA TIERRA INTERIOR. Nos consagramos a hacer que nosotros disminuyamos, para que Él crezca (Yohanan 3.30), nos entregamos a la voluntad de Elohim; para ser y para hacer cualquier cosa que Él quiera que haga que ese Yahshua en nosotros "brille", sea manifestado y visto y así pueda ser LUZ Y SAL PARA EL MUNDO.


David tuvo muchos hombres valientes, de los cuales algunos fueron generales, y otros porteros, según la tarea que les asignara el rey. Debemos estar dispuestos a ser generales o porteros según como Elohim desea, y no a nuestro antojo. Si tú eres un creyente, entonces Elohim ha indicado una senda para ti, una "carrera" como dice Shaúl (2 Timoteo 4:7), y preparó buenas obras PARA QUE ANDUVIÉSEMOS POR ELLAS, o sea, DE ANTEMANO DETERMINÓ LAS COSAS QUE DEBERÍAMOS HACER AL OBEDECERLE ("Porque somos hechura de Elohim, creados en el Mashíaj Yahshúa para hacer las buenas obras que Elohim preparó de antemano para que anduviésemos en ellas", Efesiyim 2:10. No vamos y hacemos lo que se nos cruza por la cabeza, porque por muy buenas intenciones que tengamos, es como el garabato que dibuja un bebé: puede tener un valor sentimental para sus padres, PERO NO PASA DE UN MAMARRACHO SIN VALOR ARTÍSTICO. De la misma forma, nuestras tentativas de "agradarle" por nuestra cuenta (fuera de sus indicaciones) y por nuestras fuerzas (sin Mashiaj), no son más que "paños de inmundicia" (YeshaYah/Isaías 64:6).


No sólo la senda para Shaúl, sino la senda de cada creyente ha sido claramente señalada por Elohim, y es de suprema importancia que cada uno conozca y CAMINE EL CAMINO propuesta por Elohim. Vean bien cómo el Ruaj hizo que se esribiera esto: ANDAR POR LAS BUENAS OBRAS QUE ÉL NOS PREPARÓ. La gente cree que HACE buenas obras, pero Él nos dice que ANDAMOS por las buenas obras que Él nos preparó de antemano, PORQUE YAHSHUA ES EL CAMINO. 


ÉL ES NUESTRAS BUENAS OBRAS. 
Él es el camino por el que andamos.

No hay nada más trágico que llegar al fin de la vida y encontrar que hemos estado en una senda equivocada. Tenemos sólo una vida para vivir aquí en la tierra, y podemos hacer lo que queremos con ella: pero si buscamos nuestro propio placer, nuestra vida jamás glorificará a Elohim. Un verdadero creyente declara: "No quiero nada para mí mismo: quiero todo para Elohim". ¿Deseamos algo aparte de Elohim o se centraliza todo nuestro deseo en Su voluntad? ¿Podemos verdaderamente decir que la voluntad de Elohim es "buena y agradable y perfecta" (Romaniyim 12:2) para nosotros, o estamos siempre reclamando acerca de cada vez que NOS PODA PARA QUE DEMOS MÁS FRUTO (Yohanan 15:2), O NOS ABONA CON ESTIÉRCOL SI AÚN NO LO HEMOS DADO (Luka 13.7-9)? 


SIERVO O ESCLAVO

Si nos entregamos sin reserva a Elohim, ¡cuántos ajustes pueden ser necesarios en la familia, en los negocios, en las relaciones en la iglesia o en nuestras opiniones personales! Elohim no permitirá que quede cosa alguna de nosotros. Su dedo tocará punto por punto todo lo que no es de Él, diciendo: "Esto, hay que dejarlo. ¿Estás dispuesto?". Es insensato resistir a Elohim, y siempre sabio ceder a Él. Admitimos que muchos de nosotros aún sostenemos controversias con Elohim. Él quiere algo, mientras nosotros queremos lo opuesto. Hay muchas cosas que no nos atrevemos a investigar, ni a orar por ellas, ni siquiera a pensar en ellas por temor a perder nuestra paz. En esta forma podemos rehusarnos a encarar el asunto, pero al hacerlo nos apartamos de la voluntad de Elohim, y tarde o temprano, ÉL NOS CONDUCIRÁ, POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS, A SITUACIONES EN LAS QUE DEBEREMOS ENCARAR EL ASUNTO, SÍ O SÍ. Es mejor cuando dejamos de lado nuestros engañosos sentimientos (engañosos no porque sea mentira que algo nos duele, sino porque no contemplan la situación como un todo ni observan los beneficios del crecimiento de Yahshua en nosotros, que es LA RAZÓN PARA SER ABONADOS). Es siempre cosa fácil salir de su voluntad, pero bendita cosa entregamos completamente a Él y permitirle lograr su propósito con nosotros.


¡Qué bueno es reconocer que pertenecemos al Adón y que no somos nuestros! No hay nada más precioso que eso en todo el mundo. Por supuesto, EL MUNDO NO LO COMPRENDE, y te acusarán o bien de místico, o bien de hipócrita, pero recordemos que SÓLO RESPONDEMOS A UNO. Si los demás no comprenden los pasos intermedios por los que vamos avanzando, recordemos que también nosotros hemos estado en esa postura incrédula alguna vez, y oremos para que su turno llegue rápido. 

Reconocer que "ya no vivo yo, sino Mashiaj vive en mí", es lo que trae la certidumbre de su continua presencia, y la razón es obvia. Debo primero tener el sentido de la posesión divina antes que pueda tener el sentido de Su presencia. Cuando esta relación con el Adón está establecida, entonces no osamos hacer cosa alguna de nuestra propia iniciativa, porque somos su exclusiva propiedad. 



"Ustedes bien saben que cuando se ofrecen a alguien para obedecerle como esclavos, son esclavos del que obedecen; ya sea del pecado para muerte o de la obediencia para justicia" Romaniyim 6:16. 

La palabra traducida "siervo" en algunas versiones realmente significa "esclavo". Esta palabra se usa varias veces en la segunda mitad de Romaniyim 6. ¿Cuál es la diferencia entre "siervo" y "esclavo"? Un siervo puede servir a otro pero no llega a pertenecerle. Si su patrón le agrada, puede servirle; pero, si no le agrada, puede rehusarse a hacerlo, puede presentar su renuncia y buscar otro patrón. No así con el esclavo. Él no solamente es siervo, sino que es propiedad de otro. ¿Cómo vine a ser el esclavo del Adón? De su parte Él me compró, y de mi parte me entregué a Él. Por el derecho de redención somos propiedad de Elohim, pero si queremos ser sus esclavos debemos voluntariamente entregarnos a Él, porque Él jamás nos obliga.


La cosa trágica acerca de los creyentes de hoy en día es que no tienen idea clara de lo que Elohim les exige. ¡Cuán fácilmente dicen: "Adón, estoy dispuesto para todo!". ¿Sabes que Elohim demanda de ti tu misma vida? OK, tal vez respondas que sí. Ahora veamos el siguiente punto: ¿Sabes que Elohim demanda de ti la vida de tu familia, esposa, hijos, padres y demás? Y muchas cosas más: ideales acariciados, voluntades férreas, amistades apreciadas, ocupaciones agradables que tendrán que desaparecer: así que no te entregues a Elohim a menos que seas muy sincero. Elohim te tomará seriamente aun si tú no lo consideras como serio.

Cuando el muchacho de Galilea trajo su pan al Adón, ¿qué hizo el Adón con ese pan? Lo rompió. Elohim siempre rompe lo que le es ofrecido. Él rompe lo que recibe, pero, después de romperlo, lo bendice y lo usa para suplir las necesidades de otros. Después de presentarse al Adón, El empieza a romper lo que le fue ofrecido. Todo parece ir mal, y protestamos y criticamos el proceder divino. Pero quedarse allí es ser nada más que una vasija rota; de ningún bien para el mundo, porque has ido demasiado lejos para que el mundo te utilice, pero no eres de ninguna utilidad para Elohim, porque no has adelantado suficientemente para que Él te utilice. Estás mal ajustado con el mundo y tienes una controversia con Elohim. Esta es la tragedia de muchos creyentes.

Nuestra entrega al Adón debe ser un acto fundamental. Entonces, día por día seguiremos entregándonos a Él sin criticar su proceder sino aceptando con alabanza aun aquello que a la carne repugna. Cuando adoptas esta actitud, estás verdaderamente entregado. Una creyende debe orar así: "Adón, esto es muy duro, no me gusta, pero estoy dispuesta", y pedirle siempre QUE HAGA DE NOSOTROS LO QUE ÉL QUIERE QUE SEAMOS. Recordando siempre que EL PROCESO SERÁ DOLOROSO y que tal vez lo que Él desea NO ERA LO QUE IMAGINÁBAMOS, pero aún así es lo mejor y es Su voluntad.

La vida normal del creyente comienza con una crisis cuando veo que soy del Adón y de ahí en adelante ya no me cuento como mío propio sino que en toda cosa reconozco su derecho y autoridad. No me consagro yo para ser un misionero, me consagro a cumplir la voluntad de Elohim, hacer su voluntad en donde Él nos coloque, y también a escucharlo con atención cuando me ordena ENTRAR Y SALIR. 

Que seamos siempre poseídos por la convicción que ya no nos pertenecemos. 


LA EXPERIENCIA DE ROMANIYIM 7

Muchos, aunque verdaderamente salvos, se hallan impedidos por el pecado. No viven necesariamente bajo el poder del pecado todo el tiempo, pero hay ciertos pecados que les impiden continuamente y así cometen los mismos pecados repetidas veces. Un día oyen el mensaje pleno del Evangelio, que el Adón Yahshua no sólo murió para borrar nuestros pecados, sino que cuando murió nos incluyó a todos en su muerte; siendo así que no se trata solamente con nuestros pecados, sino con nosotros mismos también. Sus ojos son abiertos y saben que han sido crucificados, inmediatamente dos cosas siguen a aquella revelación. En primer lugar, ellos cuentan con que han muerto y resucitado con el Adón y, en segundo lugar, ceden a los derechos del Adón. Ellos ven que no tienen más derecho sobre sí mismos. Este es el comienzo de una hermosa vida llena de alabanza al Adón.

Luego el creyente empieza a pensar en esta manera: "He muerto con Mashiaj, soy resucitado con Él, y me he entregado a Él para siempre: ahora me corresponde hacer algo para Él, dado que hizo tanto por mí. Quiero agradarle y hacer Su voluntad". Así que después de la consagración procura descubrir la voluntad de Elohim y se propone obedecerle. Entonces es cuando hace un descubrimiento extraño. Pensaba que podía hacer la voluntad de Elohim y creía que amaba esa voluntad, pero poco a poco encuentra que no siempre le gusta. A veces encuentra hasta una manifiesta mala gana en obedecer: y a menudo, cuando trata de cumplir, encuentra que no puede. Entonces empieza a dudar de su experiencia espiritual. Se pregunta: "¿Será que yo realmente sabía? ¡Sí! ¿Será que yo realmente me consideraba? ¡Sí! ¿Será que yo verdaderamente me entregué? ¡Sí! ¿Me he vuelto atrás de mi consagración? ¡No! ¿Entonces qué pasa ahora?". Cuanto más este hombre procura hacer la voluntad de Elohim, tanto más fracasa en cumplir. Finalmente llega a la conclusión que antes no amaba verdaderamente la voluntad de Elohim: así que ora por el deseo y el poder de cumplir. Confiesa su desobediencia y promete nunca desobedecer de nuevo. Pero apenas se ha levantado de sus rodillas cuando ha fracasado una vez más: antes que llegue al punto de victoria, es consciente de derrota. Entonces se dice a sí mismo: "Puede ser que mi última decisi6n no fuera bastante definida. Esta vez vaya ser absolutamente terminante". Así que concentra toda su voluntad sobre el asunto, sólo para encontrar que le aguarda un mayor fracaso que nunca después de la primera tentación. Entonces repite las palabras de Shaúl: "Yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerla. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago". (Romaniyim 7:18,19).


EL SIGNIFICADO Y EL PROPÓSITO DE LA LEY

Muchos creyentes son lanzados de repente a la experiencia de Romaniyim 7 y no saben por qué. Se imaginan que Romaniyim 6 es bien suficiente. Habiéndolo entendido claramente, piensan que no puede haber más cuestión de fracaso, y entonces con gran sorpresa se encuentran repentinamente en Romaniyim 7, ¿,Cuál es la explicación? No conocen la liberación de la condena de la ley. Romaniyim 7 nos Es dado para explicar y llevamos a la experiencia de la verdad de Romaniyim 6:14: "Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues ya no están bajo la condena de la ley, sino bajo la protección de la gracia". ¿Cuál, pues, es el significado de la ley?

La Ley existe para mostrar el pecado, para definirlo. En un mundo completamente kadosh, la Ley sería una cosa SUPERFLUA Y REDUNDANTE, porque nadie pensaría siquiera en quebrantarla. No es necesario poner una ley para impedir algo que nadie hace. Por ejemplo, una ley que impida a la gente dejar de respirar es una ley sin sentido porque NINGÚN HOMBRE PUEDE EVITAR HACERLO. Lamentablemente, esto es para un mundo perfecto, y luego de la caída entró el pecado, y para que el hombre comprendiera cabalmente y consiguiera discernir el bien del mal, es colocada la Ley. La ley, por lo tanto, define el límite entre el bien y el mal, lo que debe hacerse y lo que no, pero además contiene un elemento más: LA CONDENA. Cuando una ley es promulgada, su quebrantamiento implica algún tipo de castigo estipulado.  


Cuando la ley fue dada, ELLA YA EXISTÍA DE ANTES. O sea, no fue inventada cuando Moshe. Pero allí fue entregada al pueblo QUE ENTRABA EN UN PACTO. Y este pacto contenía el castigo por la transgresión, y esas transgresiones implicaban una condena. Esta condena fue la que pagó Yahshua, encerrando ese pacto (porque cuando alguien paga una deuda, ENCIERRA EL TEMA), aboliendo el decreto que nos era contrario. Cuando abolió ese decreto, cerró ese pacto, además nos mató y nos dio nueva vida, y nos hizo entrar en Nuevo Pacto... CAPACITÁNDONOS PARA CUMPLIR TODO LO ANTERIOR: cumplir la Torah por medio de nuestra nueva vida, que es Él mismo en nosotros. Ahora sí, COMO NUEVOS HOMBRES QUE TENEMOS SU RUAJ EN NOSOTROS, SOMOS CAPACES DE CUMPLIR LA TORAH COMO ÉL MANDA... EN PROMESA. No lo olviden nunca hasta que Él regrese: ESTAMOS BAJO PROMESA. Así que si no ven los resultados, sigan resistiendo, porque no los veremos al 100% hasta Su Venida. 


Como dijo Shaul: "La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno" (Romaniyim 7:12). Si dijéramos que TODA LA LEY FUE ABOLIDA, estaríamos diciendo que ninguna parte de ella aplica. Estaríamos diciendo, por ejemplo, que PODEMOS MATAR, ROBAR, MENTIR Y ADULTERAR... y creo que nadie acepta eso. Entonces, si aún continuamos manteniendo la prohibición de matar porque existen personas que matan (porque si nadie matara, repetimos, sería una ley sin sentido), ES PORQUE LA LEY NO FUE ABOLIDA, SÓLO FUE ELIMINADO EL DECRETO QUE NOS ERA CONTRARIO: o sea, pagaron nuestra multa, no cambiaron el código penal. 







Elohim sabe quién soy. Él sabe que desde la cabeza hasta los pies estoy lleno de pecado. Él sabe que soy la debilidad encarnada, que nada puedo hacer. El problema es que yo ignoro esto. Admito que todos los hombres son pecadores y por consiguiente soy pecador; pero me imagino que no soy "tan" pecador, sin esperanza, como algunos. Elohim debe traemos al lugar donde veamos que somos completamente débiles e incapaces. Mientras decimos eso, no lo creemos del todo, y Elohim tiene que hacer algo para que estemos plenamente convencidos del hecho. Si no fuese por la ley, nunca hubiéramos conocido cuán débiles somos. Shaúl aclara esto en Romaniyim 7:7: "Yo no conocí el pecado sino por la ley: porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás". 


Cuanto más tratamos de guardar la ley, tanto más se manifiesta nuestra debilidad, hasta que se demuestra claramente que somos tan débiles que, en nosotros mismos, no nos queda esperanza alguna. Elohim lo sabía de antes, pero no nosotros, y así Elohim tuvo que traernos por experiencias dolorosas al reconocimiento del hecho. Necesitamos que nos sea demostrado, más allá de toda discusión, que somos tan débiles. Es por eso que Elohim nos dio la ley.

Así, con reverencia, podemos decir que Elohim nunca nos dio la ley para guardada; ¡Él nos dio la ley para que, al quebrantarla, ENTENDIÉRAMOS! Él sabía muy bien que nosotros no podíamos observarla. Somos tan malos que Él no nos pide favor alguno ni hace demandas. Ningún hombre ha logrado hacerse aceptable a Elohim por medio de la ley, excepto Yahshua. En ninguna parte del Nuevo Testamento dice que la ley fue dada para ser guardada; pero sí dice que la ley fue dada para que hubiera transgresión. "La ley se introdujo para que el pecado abundase..." (Romaniyim 5:20). Esto no quiere decir que con la ley hay más pecado, SINO QUE SE MANIFIESTA CLARAMENTE. ¡La ley fue dada para manifestamos como quebrantadores de la ley! La ley es la que expone nuestra verdadera naturaleza. ¡Ay! somos tan vanidosos, nos conceptuamos tan fuertes, que Elohim tiene que darnos algo para probar cuán débiles somos. Al fin lo vimos y confesamos: "Soy un pecador ciento por ciento, y no puedo hacer nada para agradar a Elohim".


Así, la ley no fue dada en la esperanza de que la guardaríamos: fue dada en el pleno conocimiento de que la quebrantaríamos, y cuando la hayamos quebrantado tan completamente que seamos convencidos de nuestra absoluta necesidad, entonces la ley habrá servido su propósito. Ha sido nuestro ayo para llevamos a Mashiaj para que Él pueda guardarla por nosotros y en nosotros (Gálatas 3:24). Hoy, NO GUARDAMOS LA LEY EN NUESTRA CARNE, como tantos están insistiendo en guardar fiestas y tradiciones (aún cuando sean perfectamente válidas). Lo único que resulta aceptable es que nos ocupemos de dejarle espacio a Yahshua dentro nuestro para que Él cumpla toda la Ley por nosotros a la perfección. Con el Ruaj dentro nuestro, hoy tenemos la garantía de que este cumplimiento que hoy vemos aún imperfecto, MAÑANA SERÁ PERFECTO CABALMENTE.



Entonces, no hay nada malo en la ley, pero hay algo indudablemente mal en mí. El problema no consiste en que las demandas de la ley son injustas, sino en que yo no puedo cumplidas. 


La gracia significa que Elohim hace algo a mi favor; la ley significa que yo hago algo para Él. El problema es que NADA DE LO QUE HAGAMOS EN LA CARNE PUEDE SER SATISFACTORIO PARA YAHWEH. Como el hombre no lo entendía del todo, Él le dio la Ley para que, al tratar de guardarla, se diera cuenta de que simplemente no podía, por todo lo que ya hemos hablado antes, que su propia carne le impide hacer lo que desea, y al darse cuenta de ello, consiguiera llegar a la conclusión de que NECESITABA AYUDA.

Lamentablemente, muchos ni así se dieron (ni se dan) cuenta, y de allí nace el legalismo farisaico que trata de cumplir miles de reglas o busca "religiones" o denominaciones que les den "cosas que hacer" para poder calmar sus conciencias. Todo esto es falso, ya lo sabemos, y lo único que necesitamos es plantar a Mashiaj dentro nuestro.


La dificultad en Romaniyim 7 es que el hombre en la carne trató de hacer algo para Elohim. Al momento que procuras agradar a Elohim POR TUS MEDIOS, entonces te pones bajo la ley y la experiencia de Romaniyim 7 empieza a ser la tuya. Pero la liberación de la ley significa justamente esto, que yo cese de tratar de agradar a Elohim en la carne, y que sólo lo agrade por permitir que Yahshua crezca en mí.



Hay todavía una ley de Elohim, y ahora hay un "nuevo mandamiento" que es el mismo de antiguo, pero ¡alabado sea Elohim! sus demandas son cumplidas pues es Mashiaj quien las cumple; es Mashiaj quien obra en mí lo que agrada a Elohim. "No he venido para abrogar, sino para cumplir (la ley)" son sus palabras (Mt. 5:17). Así Shaúl, gozando el bien de la resurrección, puede decir: 
De modo que, amados míos, así como han obedecido siempre –no sólo cuando yo estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia–, ocúpense en su salvación con respeto y reverencia; porque Elohim es el que produce en ustedes tanto el querer como el hacer, para cumplir su buena voluntad. Filipenses 2:12-13

Elohim es el que obra en nosotros. La liberación de la ley no quiere decir que estamos eximidos de hacer la voluntad de Elohim, sino que estamos libres de hacerla como de nosotros mismos. Desde aquí en adelante Otro lo hace en nosotros. Una vez que estamos plenamente persuadidos de que no podemos satisfacer la voluntad de Elohim, ni siquiera intentamos hacerla, y ponemos nuestra confianza en el Adón, a fin de que Él manifieste en nosotros su vida de resurrección. Desde ahora en adelante si algo es hecho, debe ser el Adón únicamente quien lo haga. 

Infelizmente, algunos de nosotros, a pesar de saber que no podemos guardar la ley, aún procuramos hacerla. Cuanto antes abandonemos la prueba tanto mejor, porque si ocupamos el terreno entonces no queda lugar para el Ruaj Santo. Pero si decimos "No lo haré, confiaré en Ti para hacerlo en mí", entonces hallaremos que una fuerza más poderosa que nosotros nos lleva adelante.


Las exigencias de Elohim no han cambiado, pero no somos nosotros los que podemos cumplirlas. Alabado sea Elohim, Él es el Legislador sobre el trono, y Él es el guardador de la ley en mi corazón. El que dio la ley, Él mismo la guarda. Él hace las demandas, pero Él mismo las cumple. Mientras que tratamos de hacer algo, Elohim no puede hacer nada. Es por causa de nuestros esfuerzos, que fracasamos, y fracasamos, y fracasamos. Elohim quiere demostrarnos que no podemos hacer nada, y hasta que eso no sea plenamente reconocido, nuestros desalientos y desilusiones no cesarán.


UNA ILUSTRACIÓN AL CASO

En cierta ocasión un hermano sintió calambres en una pierna estando en el agua, y estaba hundiéndose. Otro hermano estaba cerca, experto nadador, pero no acudió al rescate. No hizo movimiento alguno. Con calma y serenidad, se quedó donde estaba. Mientras tanto la voz del pobre hermano que se ahogaba era más apagada, y sus esfuerzos, más débiles. 

Pero, cuando el hombre estaba ya hundiéndose, con algunas rápidas brazadas, el nadador se puso a su lado, y pronto ambos estaban en tierra. En seguida vinieron las reclamaciones, acusándolo de no haber acudido antes en socorro del hermano que se ahogaba. Pero el nadador conocía la cosa mejor que todos. "Si hubiera acudido antes, me habría agarrado tan fuertemente que ambos nos hubiéramos hundido. Un hombre que se está ahogando no puede ser salvado hasta que está absolutamente exhausto y cesa de hacer el menor esfuerzo para salvarse".

¿Lo ven? Cuando nosotros abandonamos el caso, entonces entra Elohim. Él está esperando hasta que lleguemos al fin de nuestros recursos y no podamos hacer nada más para nosotros mismos. Elohim ha condenado todo lo que es de la antigua creación y lo ha consignado a la Cruz. "La carne para nada aprovecha" (Yohanan 6:63). Si tratamos de hacer algo nosotros mismos, estamos prácticamente repudiando la Cruz de Mashiaj. Elohim nos ha declarado aptos sólo para muerte. Cuando verdaderamente creemos esto, entonces confirmamos el fallo divino al abandonar todos nuestros propios esfuerzos para agradarle. Cada esfuerzo nuestro de hacer su voluntad es una negación de su declaración en la Cruz acerca de nuestra absoluta inutilidad. Nuestros continuados esfuerzos son señal de que hemos entendido mal las demandas divinas por un lado, y la fuente de provisión por otro.

Contemplamos la ley y pensamos que debemos cumplir sus demandas pero necesitamos recordar que, aunque la ley en sí misma está bien, estaría mal aplicarla a la persona a quien no corresponde. El "miserable hombre" de Romaniyim 7 trató de afrontar él mismo las demandas divinas, y eso fue la causa de angustia. El repetido uso de la primera persona (el yo) da la clave del fracaso. "El querer el bien está en mí, pero no el hacerla" (Romaniyim 7: 18). Había un concepto erróneo fundamental en la mente de ese hombre. Él pensaba que Elohim le pedía a él guardar la ley, y así por consiguiente estaba tratando de guardarla. Pero Elohim no requería ninguna cosa de él. ¿Cuál fue el resultado? Lejos de hacer lo que agradaba a Elohim, se hallaba haciendo lo que le desagradaba. En sus mismos esfuerzos de hacerla, hizo exactamente lo opuesto de lo que él sabía ser la voluntad divina.


"GRACIAS A YAHWEH"

Romaniyim 6 trata del "cuerpo de pecado" (6:6); Romaniyim 7 trata del "cuerpo de muerte" (7:21). En el capítulo 6, todo el tema que nos presenta es el "pecado": en el capítulo 7 nos presenta la "muerte". ¿Cuál es la diferencia entre cuerpo de pecado y cuerpo de muerte? Mi actividad respecto al pecado hace de mi cuerpo un cuerpo de pecado: mi inactividad con respecto a la voluntad de Elohim lo hace un cuerpo de muerte.

¿Has descubierto la verdad de esto en tu vida? No basta haberla descubierto en Romaniyim 6 y 7. ¿Has descubierto que estás llevando el peso muerto de un cadáver en relación a la voluntad de Elohim? No tienes dificultad en hablar acerca de las cosas terrenas, pero cuando tratas de hablar para el Adón tienes impedimento en el habla; cuando tratas de orar, te sientes medio dormido; cuando tratas de hacer algo para el Adón, te sientes indispuesto. Puedes hacer cualquier cosa salvo aquellas que se relacionan a la voluntad divina. Hay algo en este cuerpo que no armoniza con la voluntad de Elohim.

¿Qué significa muerte? Muerte es la debilidad en su punto extremo -debilidad, enfermedad, muerte. La muerte significa total debilidad, débil hasta tal grado que no podrá ser peor. Que yo tenga un cuerpo de muerte en relación con la voluntad de Elohim significa que soy tan débil con relación a servir a Elohim, tan completamente débil, que soy reducido a un grado de lamentable desamparo. "Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte"?", clamó Shaúl (Romaniyim 7:24). Es bueno cuando alguien clama como hizo él. No hay nada más melodioso en los oídos del Adón. Este clamor es el más espiritual y el más escritural que puede un hombre articular. Sólo lo hace cuando sabe que nada puede hacer y deja de hacer nuevas resoluciones. Hasta este punto, cada vez que fracasa, hace una nueva resolución y dobla y redobla la fuerza de voluntad. A la larga descubre que no hay posibilidad de hacer más determinaciones y clama en su desesperación: "Miserable de mí!" Ha llegado a un grado donde desespera de sí mismo.

¿Has desesperado de ti mismo o todavía esperas que si leyeras u oraras más serás mejor creyente? El leer y el orar no son cosas equivocadas, pero la equivocación es confiar en ellos para la victoria. Nuestra confianza debe estar en Mashiaj sólo. Felizmente el "miserable hombre" no meramente deplora su miseria, sino hace una pregunta excelente, a saber: "¿Quién me librará"?" "¿Quién?" Hasta aquí ha buscado un "algo", ahora busca un "quien". Hasta aquí ha mirado adentro por la solución de su problema: ahora busca un Salvador fuera de sí mismo. No pone más en juego el esfuerzo propio; toda su expectativa está ahora en Otro.

¿Cómo obtuvimos el perdón de los pecados"? ¿Fue por la lectura, la oración, las caridades, etc.? No, miramos a la Cruz, confiando en lo que el Adón había hecho, y la liberación del pecado opera exactamente sobre el mismo principio que el perdón de pecados. En el asunto del perdón miramos a Él sobre la Cruz: en el asunto de la liberación miramos a Él en nosotros. Acerca del perdón dependemos de aquello que Él ha hecho: en relación a la liberación dependemos de lo que Él hará en nosotros. Pero en relación tanto al perdón como a la liberación, nuestra dependencia será de Él sólo. Él es quien hace todo.

Lo que hemos dicho en esta parte podría parecer negativo y no muy práctico si quedásemos aquí, como si la vida del creyente consistiera en sentarse y esperar que algo suceda. Por supuesto, es cosa muy distinta. Todos los que la viven saben que es asunto de una emunah muy positiva y activa, y en un nuevo principio de vida: la ley del Ruaj de vida. Shaúl explica en los primeros nueve versículos del capítulo 8 cómo obtenemos la liberación y cómo somos capacitados para vivir una vida kadosh. Él muestra que es todo por el Ruaj ha Kodesh. Veremos ahora los efectos en nosotros de este nuevo principio de vida. 


ANDANDO EN EL RUAJ


Llegando ahora a Romaniyim capítulo 8, debemos primeramente resumir el argumento de la segunda sección de la carta: capítulo 5:12 hasta el fin del capítulo 8.

Tenemos cuatro diferentes aspectos en relación con la obra de Elohim en la redención: 


  • el capítulo 5, "en Adam"
  • el capítulo 5, "en Mashiaj"
  • el capítulo 7, "en la carne"
  • el capítulo 8, "en el Ruaj"


En esto vemos cuatro diferentes principios y debemos discernir claramente la relación entre ellos. Tenemos "en Adam" versus "en Mashiaj", mostrando nuestra posición; lo que éramos por naturaleza y luego lo que ahora somos por la fe en la obra redentora de Mashiaj. Pero también tenemos "en la carne" versus "en el Ruaj" y esto se relaciona con nuestro andar, como asunto de experiencia práctica. Creemos hasta estar "en Mashiaj", pero debemos también andar "en el Ruaj" (Romaniyim 8:9). He aquí uno de los más importantes puntos de la vida del creyente verdadero. 


Aunque de hecho estoy en Mashiaj, con todo, si viviera en la carne, es decir en mi propio poder y fuerza, entones experimentaré lo que está "en Adam". Si quiero experimentar todo lo que está en Mashiaj, entonces debo aprender a andar "en el Ruaj". El uso frecuente de las palabras "el Ruaj" en la primera parte de Romaniyim 8 sirve para enfatizar esta nueva e importante lección de la vida cristiana.



ANDAR EN LA CARNE O EN EL RUAJ

La carne se relaciona con Adam; el Ruaj con Mashiaj. Vivir en la carne significa sencillamente que tratamos de hacer algo en nuestra propia energía natural. Esto es vivir por la fuerza que emana de la vieja fuente natural de vida que heredé de Adam, y así gozo de todo lo que se encuentra en él: ¡provisión adecuada para poder pecar! Ahora bien, lo mismo se aplica al que está en Mashiaj. Para gozar en experiencia de lo que es mío en Él, debo aprender lo que es andar en el Ruaj. Es un hecho histórico que en Mashiaj mi viejo hombre fue crucificado, y es un hecho que actualmente soy bendecido "con toda bendición espiritual en los lugares celestiales" (Efesiyim 1:3), pero si no vivo en el Ruaj, entonces mi vida puede ser una contradicción del hecho de que estoy "en Mashiaj", porque lo que es verdad para mí como estando en El, no se manifiesta en mí.




Puedo reconocer que estoy en Mashiaj, pero tal vez también tengo que reconocer que mi viejo mal genio se deja ver mucho. ¿Cuál es el problema? El problema es que la verdad objetiva debe llegar a ser verdad subjetiva, es decir, LA REALIDAD QUE "SÉ" (objetiva) DEBE CONVERTIRSE TAMBIÉN EN LA QUE "SIENTO" (subjetiva); y esto sólo ocurrirá en la medida en que yo viva en el Ruaj. No sólo estoy en Mashiaj, sino que Mashiaj está en mí. Y de la misma forma en que naturalmente un hombre no puede vivir ni trabajar en el agua, sino sólo en el aire, así también espiritualmente Mashiaj no mora ni se manifiesta en la "carne", sino sólo en el "Ruaj". Por tanto si vivo "según la carne" hallo que lo mío en Mashiaj se mantiene, por decirlo así, en suspenso. Aunque de hecho estoy en Mashiaj (verdad objetiva), sin embargo estoy viviendo en la carne -vale decir en mi propia fuerza y bajo mi propio gobierno entonces, en la experiencia (verdad subjetiva), descubro con tristeza que en mí se manifiesta lo que está en Adam. Leemos en la Palabra lo que quiere Elohim, e inmediatamente nos ponemos a practicarlo. Por ejemplo, cuando descubrimos en la Palabra que debemos ser humildes, en vez de lanzarnos a una entera dependencia en el Adón, inmediatamente reunimos nuestras fuerzas y determinamos que en lo sucesivo trataremos de ser humildes; y somos tan sinceros en esto que nos imaginamos que estamos andando bien, cuando en realidad estamos esquivando el punto fundamental. Si yo quiero conocer experimentalmente todo lo que en Mashiaj hay, debo aprender a vivir en el Ruaj.

Vivir en la carne significa que creemos que nosotros mismos podemos hacer: en consecuencia ensayamos probarlo. Cuando realmente nos damos cuenta de la corrupción de nuestra propia naturaleza, entonces, al descubrir las demandas divinas en la Palabra, nunca trataremos de afrontarlas nosotros sino sencillamente reconoceremos nuestra absoluta debilidad y diremos: "Adón, no puedo hacerlo, y rehúso tratar de hacerlo. Si Tú no lo efectúas en y por mí, nunca será hecho". Cuando vemos que Elohim requiere humildad de nosotros, ya no trataremos más de ser humildes, sino sencillamente volveremos al Adón, y le diremos: "Adón, por mí mismo no puedo ser humilde, pero confío que Tú serás mi humildad".

Vivir en el Ruaj significa que yo confío que el Ruaj Santo hará en mí lo que yo no puedo hacer. Esta vida es totalmente diferente de la que yo naturalmente viviría por mí mismo. Cada vez que me encuentro frente a una nueva demanda del Adón, lo miro para que Él haga en mí lo que requiere de mí. No es un caso de probar sino simplemente de confiar: no de luchar sino de descansar en Él. Si yo tengo un mal genio, pensamientos impuros, una lengua respondona o un Ruaj crítico, no haré la menor cosa para cambiarme a mí mismo sino me entregaré al Ruaj para que produzca en mí la necesitada pureza o humildad o mansedumbre. Sencillamente me pondré a un lado y dejaré que Elohim lo haga todo por su Ruaj Santo. Esto es lo que quiere decir "Esperen y verán la liberación que Yahweh realizará por ustedes hoy" (Éxodo 14:13).

Algunos de ustedes seguramente han tenido experiencia de esta clase. Han sido invitados a ir y visitar a un amigo, y el amigo no fue muy amable, pero confiaron que el Adón los ayudaría. Le dijeron, antes de salir, que ustedes mismos no harían más que fracasar y le pidieron todo lo necesario. Entonces, con gran sorpresa, no se sintieron irritados aunque su amigo se mostró poco afable. Al volver a casa, meditaron en la experiencia y se maravillaron de que se hubieran mantenido tan serenos. Esta es la explicación: el Ruaj Kadosh los sostuvo.

Infelizmente sólo tenemos esta clase de experiencia de vez en cuando; pero debería ser una experiencia constante. Cuando el Ruaj Santo controla las cosas, no hay necesidad de esfuerzo por nuestra parte. No es un caso de decidir resistir (como hace la mayoría, o mejor dicho, como trata de hacer, con resultados que nos frustran tanto) y luego pensar que se controlaron maravillosamente y que alcanzaron una gloriosa victoria. No, donde hay verdadera victoria, no hay esfuerzo humano. El Adón nos lleva adelante.

Por eso, el objeto de la tentación es siempre conseguir que hagamos algo nosotros. Las tentaciones de ha satán no son, en primera instancia, cosas para conducimos a hacer algo particularmente pecaminoso, sino meramente hacer que procedamos en nuestra propia energía, y en el momento mismo en que damos el primer paso para hacer algo nosotros, él ya ha ganado una victoria, porque la siguiente tentación será más directa y caeremos más rápido. Mientras no nos movamos de nuestro escondite en Mashiaj, mientras no pasemos al reinado de la carne, entonces él no nos puede vencer.

El camino divino de la victoria no permite nada de nuestra acción, es decir, fuera de Mashiaj. Nuestra victoria consiste en escondernos en Mashiaj y no hacer nada, confiando que Él hará absolutamente todo. En el momento que nos movemos, empezamos a perder terreno. Esto es porque en cuanto nos movemos corremos peligro, pues nuestras inclinaciones naturales nos llevan en dirección equivocada. ¿Dónde pues, buscaremos ayuda? Miremos ahora a GalutYah/Gálatas 5:17: "El deseo de la carne es contra el Ruaj, y el del Ruaj es contra la carne". En otras palabras, la carne no batalla contra nosotros sino contra el Ruaj Santo, porque estos se oponen entre sí", y es Él, no nosotros, quien enfrenta y procede con la carne. ¿Cuál es el resultado? "...para que ustedes no hagan lo que quisieran".

Creo que muchas veces hemos interpretado mal el significado de la última cláusula de este pasuk. Veamos. ¿Cómo procederíamos nosotros naturalmente? Seguiríamos un curso de acción llevados por nuestros propios instintos y divorciados de la voluntad de Elohim. Entonces, el efecto de negarnos a actuar de nosotros mismos será que el Ruaj Santo tendrá libertad de enfrentar y tratar con la carne en nosotros, con el resultado de que no haremos lo que por naturaleza haríamos: es decir no obraremos de acuerdo a nuestra inclinación natural, no emprenderemos planes propios; sino que hallaremos nuestra satisfacción en su perfecto plan.

Si vivimos en el Ruaj, podemos quedarnos a un lado y contemplar cómo el Ruaj Santo gana nuevas victorias sobre la carne cada día. "Anden en el ruaj, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne" (GalutYah/Gálatas 5:16). El Ruaj ha Kodesh nos ha sido dado para encargarse de este asunto. Nuestra victoria reside en escondemos en Mashiaj, y en confiar en sencillez que su Santo Ruaj vencerá en nosotros las concupiscencias carnales con sus propios nuevos deseos. La Cruz ha sido dada para procuramos la salvación: el Ruaj ha sido dado para llevarla a cabo en nosotros. Mashiaj crucificado, resucitado y glorificado, es la base de nuestra salvación: Mashiaj en nosotros por el Ruaj es el poder de nuestra salvación.


MASHIAJ, NUESTRA NUEVA VIDA


"Gracias doy a Elohim, por Yahshua ha Mashiaj!". Esa exclamación de Shaúl es en realidad lo mismo que lo que dice en GalutYah/Gálatas 2:20, el versículo que sirve como clave para nuestro estudio: "ya no vivo yo, sino que el Mashíaj vive en mí". Vimos cuán a menudo se usa la palabra "yo" en Romaniyim 7, culminando en el grito de agonía: "¡Miserable de mí!". Luego sigue la aclamación de liberación: "¡Gracias doy a Elohim, por Yahshua ha Mashiaj!" y es evidente que Shaúl descubrió que la vida que gozamos es la vida de Mashiaj únicamente


Pensamos en la vida del creyente como una "vida transformada" pero en realidad no es así. Elohim nos ofrece una "vida nueva", una "vida sustituida", y Mashiaj es el Sustituto en nosotros. "Ya no vivo yo, sino que el Mashíaj vive en mí". No es algo que tenemos que producir nosotros. Es la vida de Mashiaj mismo reproducida en nosotros.

¿Cuántos creyentes creen en la "reproducción" en este sentido, como algo que va mucho más allá que la regeneración? Regeneración quiere decir que la vida de Mashiaj es plantada; eso es el nuevo nacimiento, cuando recibimos la Semilla: EL RUAJ HA KODESH, QUE ES EL RUAJ DEL HIJO.

Pero "Reproducción" es algo más: quiere decir que la vida nueva crece y se manifiesta progresivamente en nosotros hasta que la misma imagen de Mashiaj empieza a ser reproducida en nuestras vidas. Eso es lo que Shaúl quería decir cuando dijo a los Gálatas: "Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Mashiaj sea formado en vosotros" (GalutYah/Gálatas 4:19).

Watchman Nee nos cuenta esta esclarecedora anécdota:


Estaba pasando unos días en la casa de un matrimonio creyente, quienes no tardaron en pedirme que orase por ellos. Al preguntarles cuál era su problema, me confesarán: "Nos impacientamos tan fácilmente con los chicos que durante las últimas semanas los dos nos hemos enojado varias veces al día. En verdad, estamos deshonrando al Adón. ¿Quiere usted rogar que Él nos dé paciencia?"
"Eso es lo único que no puedo hacer -les contesté-. Estoy seguro que Elohim no ha de contestar su oración". Entonces me dijeron con asombro: "¿Quiere usted decir que hemos llegado a tal punto que Elohim ya no está dispuesto a escuchamos cuando le pedimos que nos dé paciencia?"
"No, no exactamente eso, pero ustedes han orado en este sentido. ¿Les contestó Elohim? ¡No! ¿Saben por qué? Porque no tienen necesidad de paciencia".
Los ojos de la señora se encendieron y exclamó: "¿Qué está diciendo usted? ¿Que no necesitamos paciencia y sin embargo nos impacientamos todo el día? Eso no tiene sentido. ¿Qué es lo que usted realmente quiere decir?"
Entonces le repliqué: "No es paciencia lo que ustedes necesitan, sino a Mashiaj mismo".

Elohim no nos dará humildad, o paciencia, o santidad, o amor o lo que sea, como distintos dones de su gracia. Él no es un comerciante que dispensa su gracia en paquetes, dando un poco de paciencia a los impacientes, un poco de amor a los que no aman, un poco de mansedumbre a los altivos, en cantidades que tomamos y usamos como si fuesen un capital. Él nos ha dado un solo don para satisfacer toda nuestra necesidad: su Hijo Yahshua ha Mashiaj. A medida que confiamos en Él para que viva su vida en nosotros, Él será en nosotros nuestra humildad, nuestra paciencia, nuestro amor y todo lo demás que nos haga falta. Recordemos la palabra en la primera epístola de Juan: 
Y éste es el testimonio: que Elohim nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Elohim no tiene la vida. Yohanan Alef/1 Juan 5:11-12

La vida de Elohim no nos es dada por separado, o en partes, ni en cuotas; la vida de Elohim nos es dada en el Hijo, toda junta y de una vez, PARA QUE LA HAGAMOS CRECER EN NOSOTROS, PORQUE ES UNA SEMILLA. Es "vida eterna en Mashiaj Yahshua Adón nuestro" (Romaniyim 6:23). La relación que tenemos con el Hijo, es la misma que tenemos con la vida.

Bendita cosa es descubrir la diferencia entre los "dones" y Mashiaj: conocer la diferencia entre la mansedumbre y Mashiaj, entre la paciencia y Mashiaj, entre el amor y Mashiaj. Recordemos lo que se nos dice: 
Por él están ustedes en el Mashíaj Yahshúa, a quien Elohim hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y redención... Qorintiyim Alef/1 Corintios 1:30

El concepto general de la santificación es que cada parte de la vida sea kadosh, santa; pero esto no es santidad, sino el fruto de la santidad. La santidad es Mashiaj. Es el Adón Yahshua que nos ha sido hecho santidad. 


Por lo tanto, JAMÁS PRODUCIREMOS FRUTO DE SANTIDAD SI ANTES NO HEMOS HECHO CRECER AL "ÁRBOL" QUE DA ESE FRUTO: YAHSHUA EN NOSOTROS. Pero si el "árbol-Yahshua" ha crecido en nosotros, TODOS VERÁN SU FRUTO.

Se puede hacer lo mismo con cualquier otra cosa: amor, humildad, poder, dominio de sí mismo. Hoy nos hace falta paciencia. ¡Él es nuestra paciencia! Mañana quizás precisemos pureza. Por eso Shaúl habla del "fruto del Ruaj" (Gálatas 5: 22) y no de "frutos" como cosas separadas. Elohim nos ha dado su Ruaj Santo, y cuando necesitamos amor, el fruto del Espíritu es amor, cuando necesitamos gozo, el fruto del Ruaj es gozo. Siempre es así. No importa cuál es nuestra deficiencia personal, o nuestras muchas deficiencias, Elohim siempre tiene una respuesta suficiente: su Hijo Yahshua ha Mashiaj, y Él es la respuesta para cada necesidad humana.

¿Cómo podemos experimentar más de Mashiaj en esta forma? Solamente por una mayor conciencia de nuestra necesidad. Algunos tienen temor de descubrir alguna deficiencia en sí mismos, y por lo tanto nunca crecen. 

Crecer en gracia es el único sentido en que podemos crecer, y la gracia, como ya hemos dicho, es Elohim que hace algo para nosotros. Todos tenemos al mismo Mashiaj morando en nosotros, pero la revelación de alguna nueva necesidad nos llevará espontáneamente a confiar en Él, para que Él manifieste su vida en ese particular. Mayor capacidad significa un mayor goce de lo que Elohim nos da. Cada vez que dejamos de obrar, y confiamos en Mashiaj, se conquista una nueva porción de tierra. "Mashiaj mi vida", es el secreto de la expansión.


Es en el capítulo 8 que Shaúl nos presenta el aspecto positivo de la vida en el Ruaj. "Ahora, pues, ninguna condenación hay..." Al principio esta declaración puede parecer fuera de su lugar. ¿No es cierto que fuimos librados de la condenación por la Sangre por la cual encontramos paz con Elohim y salvación del juicio? (Romaniyim 5:1,9). Pero hay dos clases de condenación, es decir, ante Elohim y ante mí mismo (como ya notamos que hay dos clases de paz). Cuando veo la Sangre sé que mis pecados son perdonados y que no hay más condenación ante Elohim; pero a pesar de esto puedo todavía conocer la derrota, y el sentido de condenación en mí mismo puede ser muy real, como se ve en Romaniyim 7. Pero si he aprendido vivir por Mashiaj como mi vida, entonces he aprendido el secreto de la victoria y ¡alabado sea Elohim! "ahora, pues, ninguna condenación hay". "El ocuparse del Ruaj es vida y paz" (Romaniyim 8: 6), y esto llega a ser mi experiencia a medida que aprendo a andar en el Ruaj. Con paz en mi corazón, no tengo tiempo para sentirme condenado, solamente para alabarle a Él quien me lleva adelante de victoria a victoria.


EL CUARTO PASO: ANDAR "CONFORME AL RUAJ"


¿Qué quiere decir andar "conforme al Ruaj"? (Romaniyim 8:1,4). Quiere decir dos cosas. En primer lugar, no es obrar, es andar, ¡HalleluYah! Aquel costoso e inútil esfuerzo de procurar "en la carne" de agradar a Elohim ha dejado lugar a una dependencia bendita y reposada en la cual "la operación de su fortaleza, la cual obra en mí con poder" (Col. 1:29, V.M.). Por esto Elohim habla de las "obras" de la carne, pero del "fruto" del Ruaj (Gálatas 5:19,22) .

En segundo lugar, "andar conforme" implica sujeción. Andar "conforme a la carne" significa que me entrego a los dictámenes de la carne, y los siguientes pasukim en Romaniyim 8:5-8 señalan claramente a dónde me conducirá esto. Solo me pondrá en conflicto con Elohim. Andar "conforme al Ruaj" quiere decir ser sujeto al Ruaj. Hay una cosa que el que anda conforme al Ruaj no puede hacer, y eso es llegar a ser independiente de Él. Tengo que sujetarme al Ruaj Santo: la iniciativa de mi vida tiene que ser con Él. Solamente a medida que me entrego para obedecerle encontraré "la ley del Ruaj de vida" en plena operación en mí. "Todos los que son guiados por el Ruaj de Elohim, éstos son hijos de Elohim" (Romaniyim 8:14).

Nos son muy familiares las palabras de la bendición en 2 Corintios 13:14: "La gracia del Adón Yahshua ha Mashiaj, el amor de Elohim, y la comunión del Ruaj ha Kodesh sean con todos ustedes". El amor de Elohim es la fuente de toda bendición espiritual, la gracia de nuestro Adón Yahshua ha Mashiaj ha hecho posible que aquella riqueza espiritual venga a ser nuestra, y el Ruaj ha Kodesh es el medio por el cual nos es impartida. El amor es algo escondido en el corazón del Padre, la gracia es aquel amor expresado en el Hijo, y por la comunión se imparte aquella gracia por el Ruaj. Lo que el Padre ha ideado a favor nuestro, el Hijo ha llevado a cabo, y ahora el Ruaj nos lo comunica. Así que, cuando vemos algo nuevo que el Adón nos ha procurado en su Cruz, no tratemos de apropiárnoslo por nuestros esfuerzos propios, sino en una actitud de continua sujeción y obediencia, miremos al Ruaj para impartírnoslo; porque nuestro Adón ha mandado su Ruaj con este mismo propósito, para que Él nos comunique todo lo que es nuestro en el Adón Yahshua.


EL ETERNO PROPÓSITO DE ELOHIM


Hemos hablado de la necesidad de revelación, de la emunah/fe y de la consagración, si hemos de conocer la vida normal del creyente; pero a menos que veamos el objetivo que Elohim tiene en vista nunca comprenderemos por qué estos tres pasos son necesarios para llevamos a la plenitud que Elohim nos ha preparado. Por consiguiente contemplemos el gran objetivo divino. ¿Cuál es el propósito de Elohim en la creación, y cuál es su propósito en la redención? Ya lo hemos visto en posts anteriores (los remito a leer la serie completa de GENÉTICA BÍBLICA), pero daremos aquí una explicación breve y concisa.

En Romaniyim 3:23 leemos "Todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Elohim". El propósito de Elohim fue "la gloria", pero el pecado desbarató su propósito haciendo que el hombre no alcanzara su gloria. Cuando pensamos en la cuestión del pecado, instintivamente pensamos en el juicio que trae aparejado, invariablemente asociamos el pecado con la condenación. El pensamiento del hombre es siempre del castigo que le vendrá si peca. Pero el pensamiento de Elohim es siempre de la gloria que perderá si peca. El resultado de pecado es que perdemos la gloria de Elohim: el resultado de la redención es que somos habilitados para la gloria. El propósito de Elohim en la redención es gloria, gloria, gloria. Esta consideración nos lleva a la segunda parte de Romaniyim 8 donde el tema se desarrolla.


"EL PRIMOGÉNITO ENTRE MUCHOS HERMANOS"

El Ruaj mismo le da testimonio a nuestro ruaj de que somos hijos de Elohim. Y si somos hijos, también somos herederos: herederos de Elohim y coherederos con el Mashíaj; y si padecemos con él, con él seremos también glorificados. Yo estimo que los sufrimientos que pasamos al presente no se pueden comparar con la gloria que pronto se va a revelar en nosotros... Porque él los conoció de antemano y los predestinó para que reprodujeran la imagen de su Hijo, de modo que él fuera el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también los llamó; y a los que llamó, a éstos también los declaró justos; y a los que declaró justos, a éstos también los glorificó. Romaniyim 8: 16-18,29-30

¿Cuál era el objetivo de Elohim? Que su Hijo fuera "el primogénito entre muchos hermanos" y que todos fuesen hechos conformes a su imagen. ¿Cómo realizó Elohim su propósito? "A los que justificó, a éstos también glorificó".

En Yohanan/Juan 1:14 vemos que el Adón Yahshua era el Unigénito Hijo de Elohim: "...y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad". Que Él fuera el Unigénito de Elohim implica que Elohim no tuvo otro Hijo aparte de éste. Estaba con el Padre desde toda la eternidad. Pero Elohim no estaba satisfecho con que Mashiaj quedara como Hijo Unigénito; quería también hacerle el Primogénito. ¿Cómo podría el Unigénito venir a ser Primogénito? La contestación es sencilla: por tener más hijos el Padre. Si uno tiene un solo hijo, entonces es el unigénito; pero si en lo sucesivo tiene otros, entonces el primero viene a ser el primogénito.

El propósito divino en la creación y redención era que Elohim tuviera muchos hijos. Él ansiaba tenerlos y no podía estar satisfecho sin nosotros. Al leer la historia del hijo pródigo, la gente en general es impresionada por todas las penas que experimentó éste: están ocupados en pensar qué mal rato pasó. Pero ése no es el punto importante de la parábola. "Este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado" (Luka 15:24): ahí está el corazón del relato, no es cuestión de lo que sufrió el hijo, sino lo que perdió el padre. Él es el sufriente, Él es quien pierde. Una oveja se pierde; ¿quién sufre la pérdida? El pastor. Se pierde una moneda; ¿quién pierde? La mujer. Un hijo se pierde, ¿quién pierde? El padre. He aquí la enseñanza de Lucas, capítulo 15.

El Adón Yahshua era el Unigénito Hijo pero el Padre le envió a fin de que el Unigénito también sea el Primogénito, que el Hijo Amado tenga muchos hermanos. He aquí la historia de la Encarnación y de la Cruz; el propósito de Elohim cumplido, a saber, en "llevar muchos hijos a la gloria" (Hebreos 2:10). En Romaniyim 8:29 leemos "muchos hermanos"; en Hebreos 2:10 leemos "muchos hijos". Desde el punto de vista de Yahshua, es "hermanos"; desde el punto de vista de Yahweh, es "hijos". Pero no termina allí: Elohim no desea que sus hijos vivan en un galpón, un garaje o un campo. Él desea que estén en su casa, que participen de su gloria. Esa es la explicación de Romaniyim 8:30: "A los que justificó, a éstos también glorificó". Elohim deseaba tener hijos y deseaba tener hijos en gloria. Deseaba poblar el cielo entero con hijos. Ese es su propósito en la redención.


EL GRANO DE TRIGO




Pero ¿cómo podía el Unigénito Hijo de Elohim venir a ser el Primogénito? El método se explica en Juan 12:24: En verdad, en verdad les digo que a menos que el grano de trigo caiga en la tierra y muera, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. ¿Quién era ese grano? Era el Adón Yahshua. En el universo entero Yahweh tenía un solo grano de trigo; Él no tenía un segundo grano. Elohim puso aquel Único grano de trigo en el suelo y murió, pero de ese único grano han brotado muchos.

En cuanto a su divinidad, el Adón Yahshua siempre es el "Unigénito Hijo de Elohim"; pero en otro sentido, desde" la resurrección a toda la eternidad, es también el Primogénito y su vida es hallada en muchos hermanos, porque somos hechos "participantes de la naturaleza divina" (Kefa Bet/2 Pedro 1:4) aunque no como de nosotros mismos sino solamente en dependencia en Elohim y en virtud de estar "en Mashiaj", PORQUE AÚN ESTAMOS EN LA PROMESA. Fue por medio de la encarnación y la Cruz que el Unigénito vino a ser también el Primogénito. Así el corazón paterno de Elohim fue satisfecho, pues se ha asegurado muchos hijos.

Los capítulos 1 y 20 del Evangelio según Yohanan son muy preciosos. En el comienzo de su Evangelio nos relata que Yahshua era el "Unigénito del Padre", y al fin nos relata cómo, después que el Adón murió y resucitó, Él dijo: "Yo subo a mi Padre y Padre de ustedes, a mi Elohim y Elohim de ustedes" (Yohanan 20:17). Hasta ahí en este Evangelio, el Adón había hablado de "mi Padre", pero ahora que ha muerto y resucitado, dice: "mi Padre y Padre de ustedes". ¿Por qué? Porque por su muerte y resurrección muchos hermanos han sido traídos dentro de la familia de Elohim, y así en el mismo versículo utiliza este mismo nombre para ellos: "Mis hermanos". Así también leemos en Hebreos 2:11: "No se avergüenza de llamarlos hermanos".

Elohim desea hijos y que estén en la gloria, "coherederos de Mashiaj" (Romaniyim 8: 16). Esto es su propósito; pero ¿cómo puede lograrlo? Leemos: 
Porque le convenía a Aquel por causa de quien y para quien existen todas las cosas, perfeccionar al autor de la salvación de ellos, por medio de los padecimientos, para conducir a muchos hijos a la gloria. Pues tanto el que santifica como los santificados, todos provienen de Uno. Por esta razón, él no se avergüenza de llamarlos hermanos... Ivrim/Hebreos 2:10-11

Aquí se mencionan dos participantes, a saber, "muchos hijos" y "el Autor de su salvación"; o en otras palabras "los que son santificados" y "el que santifica". Pero estos dos partícipes, "de uno son todos", todos de un solo origen. ¿Se dan cuenta que tenemos la misma vida? Eso nos hace divinos e hijos de Elohim, como está escrito: 
Yahshúa les respondió: “¿No está escrito en la Torah de ustedes: ‘Yo dije: Ustedes son elohim’? Si llamó “elohim” a aquéllos a quienes se le dirigió la palabra de Elohim (y la Escritura no se puede anular)... Yohanan/Juan 10:34-35
Pero no "divinos" como la Nueva Era promueve, no para tener superpoderes o evolucionar en polvo de estrellas; NUESTRO SUPERPODER ES MASHIAJ EN NOSOTROS. Y a partir de ahora podemos vivir una vida de perfecta santidad, porque no es nuestra propia vida que ha sido cambiada, sino que es una nueva que nos es impartida, la misma vida de Elohim. Este es el precioso "don de Elohim" (Romaniyim 6:23). La redención nos ha dado mucho más que jamás tuviera Adam. Nos ha hecho participantes de la misma vida de Elohim.


UN CUERPO EN MASHIAJ


Antes de pasar a considerar nuestro último tema de importancia, miremos de nuevo los pasos ya dados. Hemos procurado presentar las cosas de una manera sencilla, y explicar de un modo claro algunas de las experiencias que los creyentes suelen tener. Pero desde luego son muchos los nuevos descubrimientos que hacemos al andar con el Adón, y debemos cuidamos de simplificar demasiado la obra de Elohim. Hacer eso nos llevaría a seria confusión.

Hay hijos de Elohim que creen que toda nuestra salvación, en la que incluirían el asunto de vivir una vida santa, consiste en un debido aprecio del valor de la preciosa Sangre. Con razón subrayan la importancia de llevar cuentas cortas con Elohim en cuanto a pecados conocidos, y de la eficacia continua de la Sangre para limpiar los pecados cometidos, pero piensan en la Sangre como haciéndolo todo. Creen en una santidad que sólo significa separación: que Elohim, sobre la base de la Sangre derramada, separa a un hombre del mundo para hacerlo suyo, y que eso es santidad; y allí se quedan. Así permanecen sin alcanzar las demandas básicas de Elohim y por lo tanto la provisión completa que Él ha hecho. Creo que ya hemos visto claramente que esto no basta.

Luego hay los que van más adelante y ven que Elohim los ha incluido en la muerte de su Hijo en la Cruz para librarlos del poder del pecado y de la ley por crucificar el hombre viejo. Estos son los que en verdad ejercen emunah/fe en el Adón, porque se glorían en Mashiaj Yahshua y han dejado de confiar en la carne (Filipenses 3:3). En los tales Elohim tiene fundamento seguro sobre el cual edificar, y desde ese punto inicial muchos han progresado aun más y han reconocido que la consagración (en su sentido verdadero) significa entregarse sin reserva en sus manos y seguirle. Todos éstos son los primeros pasos y desde este punto ya hemos tocado otras fases de la experiencia que Elohim nos presenta y que muchos gozan. Pero es indispensable recordar que, mientras cada una es un fragmento de la verdad, ninguna en sí es toda la verdad. Todas llegan hasta nosotros como fruto de la obra de Mashiaj en la Cruz y no nos conviene ignorar ninguna.

Ya hemos mencionado el propósito de Elohim en la creación y hemos dicho que abarcaba mucho más que lo que Adam llegó a gozar. ¿Cuál era aquel propósito? Elohim quería tener una raza de hombres cuyos integrantes tuvieran un Ruaj por el cual pudieran gozar de comunión con Él, que es Ruaj. Aquella raza, poseyendo la vida de Elohim mismo, cooperaría para alcanzar el blanco propuesto, desbaratando todo posible ataque del enemigo y deshaciendo sus obras malignas. Eso era el gran plan. ¿Cómo se efectuará ahora? La respuesta se encuentra en la muerte del Adón Yahshua. Es una muerte poderosa, positiva y premeditada, alcanzando mucho más allá de la recuperación de la posición perdida, porque por medio de ella no sólo se trata con el pecado y el hombre vicio y se anulan sus efectos, sino se introduce algo más, algo infinitamente mayor.

Ahora debemos tener presente dos pasajes de la Palabra, uno de Génesis 2 y otro de Efesiyim 5, que son de gran importancia en cuanto a esto. 


EL AMOR DE MASHIAJ

Así que Yahweh Elohim echó sobre el hombre un sueño profundo; y, mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en ese lugar. Y Yahweh Elohim, de la costilla que le había sacado al hombre, formó una mujer, y se la presentó al hombre. Entonces el hombre dijo: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta se llamará Hembra, porque del Hombre la sacaron”. Bereshit/Génesis 2:21-23
Esposos, amen a sus esposas, así como también el Mashíaj amó a la congregación y se entregó a sí mismo por ella, a fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra, para presentársela a sí mismo como una comunidad gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta. Efesiyim 5:25-27

En Efesiyim 5 tenemos el único capítulo de la Biblia que explica el pasaje de Bereshit 2. Lo que nos es presentado en Efesiyim es en verdad muy notable, si lo reflexionamos. Es lo que contienen las palabras: "Mashiaj... amó a la congregación". Aquí hay algo preciosísimo.

Se nos ha enseñado a pensar en nosotros como pecadores necesitando redención. Desde hace mucho tiempo esto nos ha sido inculcado, y damos gracias al Adón por esto como nuestro principio, pero no es lo que Elohim tiene en mira como su blanco. Mas bien Elohim habla aquí de una congregación gloriosa... que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha.

Así tenemos un aspecto de la muerte del Adón Yahshua en Efesiyim que no se ve tan claramente en otros lugares. En Romaniyim se miran las cosas desde el punto de vista del hombre corrompido y, empezando con Mashiaj muriendo por "pecadores", "enemigos", "los impíos" (Romaniyim 5), se nos lleva paso a paso al "amor de Mashiaj" (Romaniyim 8:35). En Efesiyim, en cambio, el punto de vista es el de Elohim "antes de la fundación del mundo" (Efesiyim 1:4) y la médula del evangelio es: "Mashiaj amó a la congregación, y se entregó a Sí mismo por ella" (Efesiyim 5:25). Así en Romaniyim es "todos pecaron", y el mensaje es el del amor de Elohim hacia los pecadores (Romaniyim 5: 8); mientras que en Efesiyim es "Mashiaj amó", y el amor aquí es el del esposo hacia su esposa. Esta clase de amor, en el fondo, no tiene nada que ver con el pecado como tal. Lo que se ve en este pasaje no es expiación por el pecado sino la creación de la congregación; por eso se declara que con este motivo Él se dio a Sí mismo.

Por consiguiente hay un aspecto de la muerte del Adón Yahshua que es completamente positivo y un asunto particularmente de amor hacia su congregación, y en el cual no entra la cuestión del pecado y de los pecadores. Elohim me libre de sugerir siquiera que el Adón Yahshua no murió para expiación. Alabado sea Elohim, así lo hizo. Debemos recordar que hoy día estamos en verdad en Efesiyim 5 y no en Bereshit 2. Efesiyim fue escrito después de la caída, a hombres que habían sufrido las consecuencias y en la carta encontramos no sólo el propósito de la creación sino también las cicatrices dejadas por la caída. De otro modo no habría necesidad de referirse a "mancha ni arruga". Por causa de que estamos todavía en este mundo y que la caída es un hecho histórico, hay necesidad de limpieza.

Sin embargo, siempre debemos considerar la redención como una interrupción, una "medida de emergencia", que fue necesaria por causa del desvío de la línea recta del propósito de Elohim. La redención es suficiente y bastante maravillosa para ocupar un lugar muy grande en nuestra visión, pero Elohim nos está indicando que no debemos pensar en ella como si fuera todo, como si el hombre hubiera sido creado para ser redimido. La caída es un desvío trágico en aquella línea propuesta, y la redención un restablecimiento bendito por el cual nuestros pecados se deshacen y somos restaurados; pero, una vez cumplido esto, queda todavía algo que hacer para que poseamos lo que Adam nunca poseyó, y para que Elohim tenga lo que su corazón anhela. Porque Elohim nunca ha abandonado el propósito que representa aquella línea recta. Adam nunca alcanzó a poseer la vida de Elohim como se representa por el árbol de vida. Pero sobre la base de la obra única del Adón Yahshua en su muerte y resurrección (y debemos señalar otra vez que todo es una sola obra), la vida que emana de Él llega a estar a nuestro alcance por la fe, y así recibimos más que lo que poseyó Adam jamás -y aquel propósito de Elohim resulta factible ya que recibimos a Mashiaj como nuestra vida.

Luego también debemos notar que Jawa no fue creada como un ser aparte, por medio de otra creación paralela a la de Adam. Adam durmió, y Jawa fue sacada de Adam. Así sucede con la congregación, la Novia. El "segundo hombre" de Elohim se ha despertado de su sueño y su Novia es creada de Él, para recibir su vida de Él y manifestar aquella vida de resurrección.


"EN SACRIFICIO VIVO"


Hemos notado que hay un aspecto de la muerte de Mashiaj que se nos presenta en Efesiyim 5 que en cierto grado difiere del que hemos estudiado en Romaniyim. Sin embargo, es cierto que ese aspecto es el fin hacia el cual nuestro estudio de Romaniyim nos lleva pues, como ahora veremos, la redención nos lleva otra vez a la línea original del propósito de Elohim.




En el capítulo 8, Shaúl nos habla de Mashiaj como el primogénito Hijo entre muchos hermanos. "Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, éstos también glorificó" (Romaniyim 8:29-30). Aquí se ve que la justificación lleva a la gloria, una gloria manifestada no en individuos por separado, sino en un conjunto: en los muchos que manifiestan la imagen de aquel Uno. Y, como hemos visto, en "el amor de Mashiaj" hacia los suyos, de que tratan los últimos versículos del capítulo (8:35-39), 

Este propósito de nuestra redención se revela. Luego lo que se sobreentiende aquí en el capítulo 8, se ve con claridad cuando llegamos al capítulo 12, cuyo tema es el Cuerpo de Cristo.

Romaniyim 12 y los capítulos siguientes contienen instrucciones muy prácticas para nuestra vida y nuestro andar. Estas se introducen con un nuevo énfasis sobre la consagración. En capítulo 6, verso 1:3, Shaúl ha dicho: "ofrézcanse ustedes mismos a Elohim como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Elohim como instrumentos de justicia". Sin embargo, aquí en capítulo 12, verso 1, el énfasis es un poco distinto. "Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Elohim que le ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, consagrado y agradable a Yahweh, como su culto racional". Esta nueva exhortación a la consagración se nos hace como a "hermanos", recordándonos los "muchos hermanos" del capítulo 8, verso 29. Es una llamada a dar un paso de fe juntos, el presentar nuestros cuerpos en un "sacrificio vivo" a Elohim.

Esto es algo que sobrepasa lo solamente individual e implica una contribución en conjunto. El "presentar" es personal, pero el sacrificio es colectivo; es un sacrificio. El culto racional, servicio inteligente, es un servicio. Nunca deberíamos pensar que nuestra contribución no se necesita, porque, si en verdad contribuye a aquel servicio, satisface a Elohim. Y es por tal servicio que experimentamos "cuál sea la buena voluntad de Elohim, agradable y perfecta" (12:2) o, en otras palabras, alcanzamos el eterno propósito de Elohim en Mashiaj Yahshua. Así que la llamada de Shaúl "a cada cual que está entre ustedes" (12:3) se hace considerando esta nueva verdad divina de que nosotros, siendo muchos, "somos un cuerpo en Mashiaj, y todos miembros los unos de los otros" (12:5) y es sobre esta base que tenemos las instrucciones prácticas que siguen.

El instrumento por el cual el Adón Yahshua puede revelarse a esta generación no es el individuo sino el cuerpo. Elohim repartió a cada uno una medida de fe (12:3), pero por separado cada miembro nunca puede cumplir el propósito de Elohim. Se necesita un cuerpo entero para llegar a ser "un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Mashiaj" y manifestar su gloria. ¡Oh, que en verdad comprendiéramos esto!

De esta manera Romaniyim 12:3-6 saca de la figura del cuerpo humano la enseñanza de nuestra dependencia mutua. Los creyentes por separado no constituyen el cuerpo, pero los tales son miembros del Cuerpo, y en un cuerpo humano "no todos los miembros tienen la misma función" (12:4). La oreja no debe pensar que es ojo. Ninguna oración, por más persistente que sea, dará vista a la oreja pero todo el cuerpo puede ver por medio del ojo. Del mismo modo (hablando en sentido figurado), aunque tenga sólo el don de oír, puedo ver por medio de otros que tienen el don de la vista; o tal vez puedo caminar pero no trabajar con los pies, y por eso recibo ayuda de las manos. Demasiado común es la actitud en cuanto a las cosas de Elohim de que "Sé lo que sé, y lo que no sé, no sé y bien puedo prescindir de ello". Pero en Mashiaj las cosas que no sabemos nosotros, otros las saben, y podemos saberlas y llegar a disfrutadas por medio de ellos.

Séame permitido hacer hincapié en que esto no es meramente un lindo pensamiento. Es un factor vital en la vida del pueblo de Elohim. No podemos seguir el uno sin el otro. Es por esto que la comunión completa tiene tanta importancia. Es bueno, esencial e importantísimo la oración de la congregación en unanimidad, pero también lo es la convivencia en unanimidad. Confiar en el Adón yo solo tal vez no resultaría suficiente. Debo confiar en Él, junto con otros. Debo aprender a orar "Padre nuestro..." sobre la base de nuestra unión con el Cuerpo, porque sin la ayuda del Cuerpo no puedo alcanzar el blanco. En la esfera del servicio, esto se ve aún más claramente. Solo no puedo servir al Adón eficazmente, y Él hará todo lo posible para enseñarme esto. Hará fracasar las cosas, permitiendo que puertas se cierren y dejándome golpear la cabeza inútilmente contra una pared, hasta que me dé cuenta de que necesito la ayuda del Adón por el Cuerpo, además de la que recibo directamente de Él. Porque la vida de Mashiaj es la vida del Cuerpo, y sus dones nos son dados para la obra que edifica el Cuerpo.

El Cuerpo no es una mera ilustración, sino una realidad. La Biblia no dice que la congregación es parecida al cuerpo, sino que ES el Cuerpo de Mashiaj. "Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Mashiaj, y todos miembros los unos de los otros". Y si somos miembros los unos de los otros, ENTRE CREYENTES, lamentablemente no podemos continuar considerando "familia" a los de la carne, AÚN CUANDO LOS AMAMOS PROFUNDAMENTE. Por algo el Adón nos dijo
"Si alguno viene a mí y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas; sí, y aun también su propia vida, no puede ser mi talmid". Luka14:26

Esto no quiere decir que debemos odiar a nuestra familia inconversa, PORQUE TENEMOS ORDEN DE NO ODIAR A NADIE, sino que debemos comprender que NO SON NUESTRA VERDADERA FAMILIA (ni lo serán mientras no se conviertan, y para ello continuamos orando).

Todos los miembros juntos son un cuerpo, porque todos gozan de su vida como si El mismo se distribuyera entre sus miembros. Una vez estuve con un grupo de creyentes que tenían dificultad en entender cómo el Cuerpo pudiera ser uno, siendo los que forman todos hombres y mujeres distintos. Un domingo, estando por partir el pan, les pedí que observaran bien el pan antes que fuera partido. Luego, después que había sido repartido y comido, les hice notar que, aunque se encontraba dentro de cada uno de ellos, todavía era un pan no muchos. El pan se dividió, pero Mashiaj no es dividido ni aun en ese sentido. El permanece siendo un Ruaj en nosotros, y nosotros todos somos uno en El.

Esto es exactamente lo opuesto a la condición natural del hombre. En Adam tengo la vida de Adam, pero ésa es esencialmente individual. El pecado no trae unión, ni comunión, sino sólo interés propio y desconfianza de otros. De manera que, mientras los creyentes continúen vidas "inter-creyentes" de la misma forma en que viven la vida del mundo, NO ESTARÁN AVANZANDO EN EL SENTIDO CORPORATIVO. Mientras continúen prestando más atención a las familias de la carne (y sé muy bien lo que duele) que en buscar y convivir de verdad con su verdadera familia, trabajando con el Cuerpo para el Reino, NO SE ESTARÁ AVANZANDO.

A medida que sigo adelante con el Adón, pronto descubro que no sólo hay que resolver el problema del pecado y de mi energía natural, sino también el de mi vida individualista, la vida que cree ser suficiente en sí y que no reconoce su necesidad del Cuerpo ni la verdad de su unión con él. Puede ser que ya haya resuelto los problemas del pecado y de la carne, y que sin embargo siga siendo un decidido individualista. Esta es la mayor enfermedad que padece actualmente el cuerpo de creyentes, que claramente no han comprendido a fondo que la salvación es personal pero para un fin corporativo: EL REINO. Los creyentes fallan en no comprender que ayer eran esclavos del mundo y fueron liberados, comprados por precio y hoy son ESCLAVOS DEL REINO, y para ese único objetivo, que no es nuestro sino del Padre, que es cumplir cabalmente con la promesa hecha a Avraham de ser BENDICIÓN A TODAS LAS NACIONES. Los creyentes no consiguen convivir y vivir como vecinos siquiera, cuanto menos como partes de un mismo Cuerpo, porque NO COMPRENDEN QUE NO TODAS LAS PARTES DEL CUERPO TIENEN LAS MISMAS FUNCIONES. Shaul lo explicó clarísimamente en Qorintiyim Alef 12 (leer del 14 al 31):
Por tanto, el ojo no puede decir a la mano: "No te necesito"; o la cabeza a los pies: "No los necesito"... Y en la comunidad Elohim ha nombrado en primer lugar enviados, en segundo lugar profetas, en tercer lugar maestros; después los que hacen milagros, después los dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, los que tienen diversidad de idiomas. ¿Acaso son todos enviados? ¿Todos profetas? ¿todos maestros? ¿Acaso hacen todos milagros? Qorintiyim Alef/1 Corintios 12:21,28-29
Hipócrita y lamentablemente, cada vez que quieren negarse a trabajar corporativamente los creyentes insisten en que TODOS POSEEN EL RUAJ (recuerden la rebelión de Aaron y Miriam), pero olvidan que NO TODOS RECIBEN LOS MISMOS DONES NI EN LA MISMA MEDIDA, y que los dones no es cada uno quien decide cuáles son. Shaúl nos insta a anhelar los mejores dones, el problema es que la mayoría anhela los dones más "impactantes" porque los considera más importantes, sin comprender que, como Shaúl también explica, LOS TRABAJOS QUE CONSIDERAN MENOS IMPORTANTES, COMO EL SERVICIO Y EL APOYO, SON TANTO O MÁS ESENCIALES QUE LOS "VISIBLES", COMO PREDICAR O ENSEÑAR, PORQUE SIN ESE APOYO SILENCIOSO DETRÁS DEL ESCENARIO, AQUELLOS QUE HAN SIDO ORDENADOS A SALIR AL FRENTE JAMÁS PODRÍAN HACERLO. No se puede pretender que, porque un miembro sea "ojo" o "mano" o "cerebro" (considerados como algo importante por su posición más "visible"), tenga que, al mismo tiempo, ser todas las demás partes del cuerpo, ser estómago, corazón, hígado, músculos, etc., en otras palabras, REALIZAR SOLO TODAS LAS FUNCIONES. Los creyentes deben comprender y aprender a trabajar COMO UN CUERPO, en el cual los órganos internos trabajan por sí mismos y por el resto del cuerpo, para que las partes externas tengan la energía necesaria para movilizarse y hacer la parte que le ha sido encomendada a cada uno. Negarse a trabajar corporativamente es otra forma de rebeldía, pero los días de preparar a la Novia han llegado, y es hora de despertar a ese individualismo que no es otra cosa que el fruto del adoctrinamiento del sistema satánico.

Si solamente anhelo la santidad y la victoria y el fruto para mí mismo, aunque por los motivos más sinceros, soy un vaso sin honra, porque mi honra está en el Cuerpo, que es de Mashiaj. Una semejante actitud ignora al Cuerpo y por lo tanto no puede satisfacer a Elohim. Él tiene que hacer algo en mi vida en cuanto a este asunto también, o si no, quedaré en oposición a su propósito. Elohim no me culpa por ser un individuo sino por mi individualismo. Su problema más grande no son las divisiones externas y las denominaciones que dividen su Iglesia, sino nuestros propios corazones individualistas, que son los que producen estas divisiones, muchas veces por nimiedades y muchas otras PORQUE ALGUNOS MIEMBROS OCUPAN LUGARES QUE NO LES CORRESPONDEN POR DECISIÓN DE YAHWEH. 

Sí, la Cruz tiene que hacer su obra aquí, recordándome que en Mashiaj he muerto a aquella vida vieja de independencia que heredé de Adam y que en la resurrección he llegado a ser, no meramente un creyente individual en Mashiaj, sino un miembro de su Cuerpo. Hay una diferencia tremenda entre los dos. Cuando vea esto, en seguida dejaré de andar en independencia y buscaré la comunión, pero no la superficial, que responde "amén" a cada imagen o manda frasecitas bonitas (las frases de advertencia y reprobación, QUE SON MAYORÍA EN LAS ESCRITURAS, esas nunca las mandan), ni tampoco uno que busca únicamente su propia salvación y santificación, y que lo máximo que procura acerca de "comunidad" es encontrar algún grupo con el que pueda aprender. Cuando Shaúl dijo "no dejen de congregarse", NO DIJO "REÚNANSE ALREDEDOR DE UNO QUE LES ENSEÑE". Los nuevos creyentes tenemos al Ruaj, que nos recuerda todas las cosas, de manera que NO NECESITAMOS QUE NADIE NOS ENSEÑE (Yohanan Alef 2:27), y cuando congregamos ES PARA INTERCAMBIAR DONES, o sea, para intercambiar las cosas que recibimos. Cuando Shaul dijo "Tengo deseos de verlos para compartir con ustedes algún don espiritual para que se fortalezcan" Romaniyim 1:11, no estaba diciendo que quería ir para PASARLES MÁGICAMENTE ALGÚN DON. Cuando hablamos de dones, todos piensan en los dones arriba mencionados, porque son los más "espectaculares"; todos quieren ser profetas, tener el don de la palabra, hablar en lenguas (uff, ese les encanta), hacer milagros y curar (otro que fascina). Sin embargo, hay muchos otros dones que son MUCHO MÁS IMPORTANTES QUE ESTOS. Estos son, en última instancia, el "cargo" en el que cada uno será colocado: si se recibe un don de curar, ESE SERÁ EL TRABAJO QUE LE HA SIDO ENCOMENDADO A LA PERSONA. Sin embargo, no crean que creyentes inmaduros recibirán esos dones. 


Y ES POR CAUSA DE LA INMADUREZ PERSONAL DE CADA CREYENTE QUE EL CUERPO, A NIVEL CORPORATIVO, ESTÁ SIN FUERZAS Y CASI SIN VIDA, PORQUE NO SE TRABAJA A FONDO EN LA SANTIFICACIÓN PERSONAL QUE CAPACITARÍA PARA, FINALMENTE —Y SOLO AL FINAL— RECIBIR LOS TALENTOS CON LOS CUALES DEBEREMOS TRABAJAR PARA EL REINO Y EL CUERPO.

En verdad, ERES UNA PARTE INDISPENSABLE

Si no se deja de lado el egoísmo de "tener el derecho de tener mi vida propia", nunca habrán dado el verdadero paso de entregar a sus Yitzjaks, JAMÁS HABRÁN CONOCIDO EL SACRIFICIO DE SUS YOS, y continuarán estériles y con sed, vagando por el desierto. Es hora de que comprendan que los manantiales BROTAN DE LA ROCA, no de las fuentes de Egipto, y decidan a quién servirán, porque el servicio es de TIEMPO COMPLETO para uno u otro amo. TIEMPO COMPLETO, no un ratito a la noche, ni algunas fiestas al año o algunas reuniones por semana, se trata de VIVIR EN LA FORMA QUE ÉL NOS MANDA, POR DENTRO Y POR FUERA, concentrándonos ÚNICAMENTE en lo que Él busca de nosotros. Eso es algo imposible mientras se siga sirviendo al enemigo. Y eso es algo posible únicamente DE FORMA CORPORATIVA, nunca individual, así que no me vengan con la pregunta "cómo hago", porque la pregunta correcta es CÓMO HACEMOS.

La vida de Mashiaj en mí busca el contacto con la vida de Mashiaj en otros. Ya no puedo seguir un camino propio y solitario. Los celos ya no existirán. La rivalidad dejará de existir. Obra propia no puede haber. Mis preferencias, mis ambiciones, mis intereses, todos se someterán. Ya no será de importancia cuál de nosotros hace la obra. Sólo será de importancia que el Cuerpo se desarrolle. El objetivo no soy YO, es EL CUERPO.


"MÁS QUE VENCEDORES POR MEDIO DE AQUEL..."

Nosotros sólo miramos la historia desde la Caída del hombre en Edén. Elohim la ve desde el principio. Había algo en la mente de Elohim antes de la Caída, y en los siglos venideros eso se cumplirá cabalmente. Elohim sabía todo lo del pecado y de la redención; sin embargo en su gran propósito para el Cuerpo, expuesto en Bereshit 2, no se contempla el pecado. Es como si en su mente Él pasara por encima de toda la historia de la redención y viera al Cuerpo en la eternidad futura. Es el Cuerpo de Mashiaj en gloria, no refleja nada del hombre caído sino sólo aquello que es la imagen del glorificado Hijo del hombre. Esta es la congregación que ha satisfecho el corazón de Elohim y que ha logrado el dominio.

En Efesiyim 5 estamos aún dentro de la historia de la redención, y sin embargo, por gracia, tenemos todavía ante nosotros este eterno propósito de Elohim expresado en las palabras: "...para presentársela a sí mismo como una comunidad gloriosa". Pero notamos que son necesarios, para preparar la congregación (ahora manchadas por la Caída), a fin de ser presentado a Mashiaj en gloria, el agua de vida y el lavado de la Palabra. Porque ahora hay defectos que corregir y heridas que sanar. Pero, ¡cuán preciosa es la promesa y cuán llenas de gracia las palabras: "que no tuviese mancha" -las cicatrices del pecado, cuya historia misma estará ya olvidada; y "ni arruga" las señales de edad y de tiempo perdido! Todo se habrá recuperado entonces y todo será nuevo; "santa y sin mancha" -para que ni ha satán ni los demonios ni los hombres puedan encontrar motivos para acusarla.

Aquí es donde estamos ahora. Esta época ya toca a su fin y el poder de ha satán se manifiesta más que nunca. Nuestra lucha es contra ángeles, principados y potestades (Romaniyim 8:38. Efesiyim 6:12) que se oponen y procuran destruir la obra de Elohim en nuestras vidas, acusando a los escogidos de Elohim. Solos nunca podríamos afrontarlos, pero lo que no podemos hacer nosotros solos, EL CUERPO PUEDE. El pecado, la confianza en sí mismo y el individualismo han sido el golpe maestro contra el propósito divino para el hombre, y en la Cruz Elohim los ha desbaratado.

Así, poniendo nuestra fe en lo que Él ha hecho, en "Yahweh... que justifica" y "Mashiaj... que murió" (Romaniyim 8:33,34), presentamos un frente contra el cual las puertas del Sheol mismas no prevalecerán, porque aquí se cumple la promesa: 


...yo pondré mi bendición sobre ti y haré a tus descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo y las arenas de la playa; y tu descendencia se apoderará de las puertas de sus enemigos. Bereshit/Génesis 22:17

Nosotros, su Cuerpo, "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó" (Romaniyim 8:37).










NOTA: Siempre trato de analizar los temas lo más a fondo que consigo e investigo las defensas de los dos lados, para poder terminar cotejando todo a la luz de las Escrituras. Finalmente, en base a todos estos análisis, TOMO MI DECISIÓN y se las comparto. Cada uno puede tomar su propia decisión, no obligo a nadie a creer nada, tan sólo les sugiero que lean y VERIFIQUEN con las Escrituras a mano.

Acepto preguntas, dudas, en lo que pueda ayudar para avanzar y crecer, y si algo se me ha pasado por alto, que lo mencionen para analizarlo, SI SE HAN TOMADO EL TRABAJO DE LEER TODO POR COMPLETO LO QUE ESCRIBO, que es lo mínimo que exijo para tomar en cuenta cualquier tipo de comentario. De manera que los que acostumbran hacer comentarios habiendo leído solamente el título, les agradeceré sigan su camino, será una excelente forma de que no perdamos el tiempo ni ustedes ni yo. Además, si un post dice "PARTE 1", ES PORQUE POR LO MENOS TIENE UNA SEGUNDA PARTE. Búsquenla y léanla (o esperen a que salga, si es nueva) antes de comentar algo que tal vez se encuentre en esa otra sección. 

Por último, no soy amante de los debates, de manera que NO LOS ACEPTO para nada. Como ya dije, no pretendo convencer a nadie de nada ni que quieran venir a convencerme a mí, simplemente "EXAMÍNENLO TODO Y RETENGAN LO BUENO" (1 Ts 5.21,6).

Abba nos bendiga a todos y nos abra el entendimiento A LO QUE ÉL QUIERE MOSTRARNOS.

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FUENTES CONSULTADAS: 
Las Escrituras
Watchman Nee
Muchos más que han sido lectura durante el camino y que hoy no recuerdo específicamente por nombre
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Publicado por: Anunciadora de Sión
SOY CREYENTE EN YAHSHUA
Clicando AQUÍ encontrarán todos los links a mis sites, 
donde podrán encontrar MUCHO MATERIAL
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4 comentarios:

  1. Me lei los tres post. que bendicion¡¡¡¡ por mucho tiempo he leido Romanos varias veces sin captar a su totalidad toda su enseñanza, el Ruaj te uso para abrir un poco mas mis ojos, gracias doy a El por tu vida. En lo ultimo lo referente al cuerpo; en mi pais (Guatemala)la Reforma apostolica ha hecho mucho daño al cuerpo, principios como los de paternidad espiritual(donde enseñan que cada pastor o ministro es padre de una congregacion, y que se le debe reconocer y obedecer solo a el) o el de cobertura apostolica( que enseña que toda congregacion que no tiene a un apostol al frente no puede ser tomada como congregacion) han hecho con los hermanos pongan su mirada mas en el hombre que en el Señor, no se pregunta si ya tienen al Señor sino "cual es tu cobertura apostolica" El Apostol es el unico que da la doctrina nadie mas¡¡¡ y los demas ministros repiten y enseñan lo que el Apostol se le revela, cosas como que los 5 ministerios de Efesios 4 no son parte de la novia sino que son amigos de la novia, los hace ser a parte de la congregacion, por lo cual se le tiene que obedecer, claro esto es voluntario, pero sino no se hace lo condenan con biblia en mano, es dificil la situacion , fruto de esto es una gama de creyentes tibios que no conocen las escrituras y no se atreven a creer lo que esta escrito sino es aprobado por un ministro, en fin es dificil porque si yo me aparto no tengo comunion con el cuerpo , pero si sigo en esas congregaciones vivire con esto en mi ser sabiendo que es malo pero de todos modos estoy con ellos. Abba te Bendiga estoy orando por un despertar¡¡¡¡

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    1. Desde siempre los hombres tratan de OCUPAR EL LUGAR DEL RUAJ, exactamente lo mismo ha hecho el rabinato con su famosa "torah oral". Siempre me sorprenden las teorías que inventan algunos, yo ya hace demasiados años que el Ruaj me apartó de todo y COMO ESTÁ ESCRITO, nos enseña de forma directa, no sabía que la Novia tenía amigos jeje, sólo le he conocido enemigos. Lo que no entiendo es qué hacen con estos:
      "La tarea de ellos (los 5 ministerios) es equipar a los Kadoshim de YAHWEH para la obra de servicio que edifica al cuerpo del Mashíaj, hasta que todos lleguemos a la unidad que implica la confianza y el conocer al Hijo de YAHWEH con toda condición de hombre, a los niveles de madurez puestos por la perfección del Mashíaj".
      Efesios 4:12-13
      El problema es que la gente SIEMPRE TIENE ESTRUCTURAS PIRAMIDALES EN SUS CABECITAS, y así andan, siempre tratando de subirse encima de los demás. El Cuerpo, por el contrario, SABE MUY BIEN QUE TIENE UN FUNCIONAMIENTO CONJUNTO EN EL QUE NADIE USURPA EL LUGAR DEL OTRO, NI NADIE SE CONSIDERA MÁS O MENOS, PORQUE SE TRABAJA COMO ENGRANAJES DE MAQUINARIA, en la que si falta un engranaje, el resto empieza a funcionar mal. El Cuerpo trabaja de forma CORPORATIVA, mientras que los hombres construyen jerarquías INVIDIDUALISTAS.
      No creas que por estar apartado no tenés comunión con el Cuerpo, al contrario, pero no la "experimentamos" por ahora porque no tenemos comunión física, sin embargo, en ésta como en todas las cosas, ES EL RUAJ QUIEN SE OCUPA, Él está despertando y juntando. Como bien decís, estar unido con las ovejas ciegas sólo te enceguece más, si ellas insisten en ocupar el lugar del Pastor ESTÁN ERRANDO (una cosa es El Pastor y otra son los pequeños pastores que deben cuidar, cuando hay más exigencias y beneficios personales que SACRIFICIO POR EL REDIL, no hay un verdadero pastor, porque ese pastor NO TIENE RUAJ) y si insisten en dictar sus propias leyes, como tantas hacen, interpretar las escrituras a medias (como hacen todos porque las dos casas siguen separadas), ES EVIDENTE QUE NO PUEDEN CONDUCIR A NADIE SINO A CAMINOS DE TROPIEZO.
      Los que tienen al Ruaj NO CONDUCEN A NADIE: AVANZAN, Y LOS LLAMADOS LOS SIGUEN, no por sí mismos, sino por la Luz que cargan.
      Abba nos bendiga a todos, el despertar está ya sucediendo, pero como todos los despertares, es lento jeje

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  2. Si nosotros , que estamos en la misma emunah nos vieramos y nos saludariamos con tan solo con decirnos shalom aji . se nos sencibilizarian todos los sentidos y se nos pondria la piel de gallina , alli se estabilizaria un cuerpo de acuerdo a la kitbé , apoyandonos unos a los otros y fortaleciendonos como hermanos . unidos , y con un unico maestro , el mashiaj , en estos tiempos tenemos una bendicion ( si se usa bien ) que es el internet. Y en la dispersion podemos mantener ciertos grupos pero con la misma emunah fortaleciendonos y aprendiendo mutuamente , investigando , guardando y estoy de acuerdo en que si nos cruzariamos por la calle nos sentiriamos como verdaderamente hermanos en espiritu , elohe quiera que eso suceda y podamos estar unidos todos. Glorificandolo , eso no les aumentaria sus ganas de glorificarlo? Halleluyah

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    1. Algún día yo también espero que eso suceda, y será hasta visible con los ojos del cuerpo aunque no creo que sea mientras estemos en esta carne :) Sí creo que será así por completo cuando recibamos nuevos cuerpos. Y ciertamente es Su intención que el Cuerpo se una, para eso trabaja aún hoy, HalleluYah

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Esta página no pretende convencer a nadie de nada ni desea ser convencida. Si no está de acuerdo con lo que aquí se expone, puede seguir su camino pero no entrar en debates, Yahweh bendiga a todos los que lo buscan de verdad.