Para los hebreos, la Torá se divide en tres partes, refiriéndose a las tres categorías de los libros sagrados en la Biblia: la Torá, los Profetas y las Escrituras. Esta es la razón por la cual los judíos llaman a la Biblia “TaNaJ”. La T es por Torá – los cinco libros de Moshé; la N es por Neviim – los Profetas; y la J es por Ketuvim – las Escrituras (la letra jaf en hebreo puede sonar como j).
Estas tres divisiones correspondientes a tres niveles de santidad. No son coincidencia, sino que ellas implican una profunda conexión entre la Biblia y el pueblo judío. Los dos son interdependientes. A través del pueblo judío, la Biblia es percibida en este mundo.
Había una división similar en el Templo Sagrado. El Templo estaba dividido en tres áreas, cada una más sagrada que la que la precedía. Primero estaba el patio externo, el cual contenía el altar en el que se ofrecían los sacrificios. Luego estaba el santuario, en el que estaba el candelabro (menorá), el altar del incienso, y la mesa con los panes. Finalmente, estaba el Kodesh Hakodashim —el lugar más santo del Templo— en el que se encontraba sólo una cosa: el arca que contenía las Tablas de la Ley, que Moshé recibió en el Monte Sinai. El pueblo está compuesto por tres partes: el pueblo judío está divididos en Cohanim (Sacerdotes), Leviim (Levitas), e Israelitas.
Muchas cosas en la Torá se relacionan con el número tres: hay tres divisiones en la Biblia, la Torá fue dada a los hijos de los tres patriarcas —Abraham, Itzjak e Yaacov— a través de tres hijos de Amram —Moshé, Aharón y Miriam. Además, fue dada en el tercer mes, y los judíos se prepararon tres días para recibirla.
El número tres es muy especial: Adam tuvo tres hijos, y toda la humanidad descendió de su tercer hijo, Shet; Noaj, de quien recomenzó la humanidad, también tuvo tres hijos de quienes descienden todas las naciones actuales de la tierra: Shem, Jam y Jafet; Moshé, el más grandioso de los tres hijos de Amram, también fue el tercero; Leví, el padre de los sacerdotes, fue el tercer hijo de Iaacov; hay tres rezos cada día: en la noche, en la mañana y en la tarde; los cohanim (sacerdotes) bendicen al pueblo con una bendición triple; y tanto Israel como los ángeles santifican al Eterno mediante una alabanza triple: "Kadosh, Kadosh, Kadosh".
Hay también tres niveles de significado que están a disposición de todos en las palabras de la Biblia. Ellos son:
Los libros de la Biblia son conocidos como los “veinticuatro libros de las Escrituras”, pero si los contamos encontraremos que hay veinticinco, realmente.
Las Escrituras están compuestas por doce libros. Ellos son: las cinco meguilot (rollos):
Hablando ampliamente, los libros de la Biblia cubren tres períodos de la historia judía.
Los cinco libros de la Torá fueron escritos por Moshé Rabenu. Ellos fueron escritos con el nivel más alto de profecía que un ser humano puede alcanzar. (Hay quienes opinan que los últimos ocho versículos de la Torá, que describen la muerte de Moshé, también fueron escritos por él; pero otros dicen que Yahoshúa los escribió).
Los libros de Yahoshúa, Shofetim, Shemuel y Melajim cronológicamente son la continuación de los cinco libros de Moshé – y el período de los últimos cuatro profetas se superpone con el final del período histórico cubierto por el libro de Melajim/Reyes.
Yahoshúa Ben Nun, el sucesor de Moshé en el liderazgo del pueblo, escribió la mayoría del libro de Yahoshúa, con excepción de los últimos versículos, que describen su muerte y la muerte de Elazar, el hijo de Aharón Hacohén.
Shemuel escribió el libro de los Shofetim (los Jueces) y el comienzo de su libro, que fue terminado por Gad y Natan, quienes eran profetas en el tiempo del rey David.
Los cuatro últimos profetas no fueron dispuestos en un orden cronológico estricto, pues el profeta Hoshea (cuyo libro es uno de los doce profetas menores), realmente precedió al profeta YeshaYah/Isaías.
Los libros de Melajim/Reyes y YirmeYah/Jeremías fueron escritos por el profeta YirmeYah/Jeremías. YeshaYah/Isaías, por otro lado, no escribió siquiera sus propias profecías. Los profetas sólo registraron sus revelaciones a edad avanzada, pero YeshaYah/Isaías fue asesinado por el malvado rey Menashé antes de tener la oportunidad de escribirlas, y sus profecías fueron escritas por los seguidores del rey Jizkiá, después de la muerte del profeta.
El libro del profeta Yejezkel/Ezequiel fue escrito por los Sabios de la Gran Asamblea.
Las Escrituras fueron ordenadas después de los libros de los Profetas. Ellas no fueron escritas mediante la profecía (nevuá), sino con un nivel más bajo de inspiración Divina (ruaj hakodesh).
El libro de Tehilim fue compilado por el rey David. Algunos de los salmos fueron escritos por David, otros por sus contemporáneos y otros por profetas de generaciones anteriores como Adam y Moshé.
Luego tenemos el libro de Mishlé: los Proverbios del rey Shlomó/Salomón.
Después figura el libro de Iyov/Job, quien es atribuido a la autoría de Moshé Rabenu.
Luego aparecen las cinco meguilot ordenadas de acuerdo al orden de su lectura durante el año:
Los libros que restan son: Daniyel, Ezrah y NehemYah —que están ordenados cronológicamente— y el último libro del Tanaj, Crónicas, cubre todo el período de la historia del mundo, desde el primer hombre hasta el decreto del rey Ciro de Persia de reconstruir el Templo, el cual marcó el final del exilio babilónico.
Estos libros fueron escritos por los miembros de la Gran Asamblea en el tiempo del regreso del exilio babilonio y la reconstrucción del Templo. El más grande de estos líderes fue Ezrah, el sofer. Él escribió el libro de Ezrah y la mayor parte de Crónicas, que fue terminado por NehemYah.
Cuando el Templo estaba en pie, los sacrificios y los otros servicios eran la expiación por los pecados del pueblo judío. Después de la destrucción del Templo, el estudio de la Biblia tomó su lugar. A pesar de que ella no puede realmente ser igualada al servicio del Templo, de todas maneras ella sirve como una expiación para nosotros hoy en día, así como dice Yahweh:
Y fue por el mérito del estudio del Tanaj que los judíos fueron redimidos del exilio babilónico y fueron merecedores de ver la reconstrucción del Templo Sagrado.
Las Tres Partes de la Biblia
Estas tres divisiones correspondientes a tres niveles de santidad. No son coincidencia, sino que ellas implican una profunda conexión entre la Biblia y el pueblo judío. Los dos son interdependientes. A través del pueblo judío, la Biblia es percibida en este mundo.
Ustedes no saben lo que están adorando; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los Judíos. (Juan 4:22 "Kadosh")
Había una división similar en el Templo Sagrado. El Templo estaba dividido en tres áreas, cada una más sagrada que la que la precedía. Primero estaba el patio externo, el cual contenía el altar en el que se ofrecían los sacrificios. Luego estaba el santuario, en el que estaba el candelabro (menorá), el altar del incienso, y la mesa con los panes. Finalmente, estaba el Kodesh Hakodashim —el lugar más santo del Templo— en el que se encontraba sólo una cosa: el arca que contenía las Tablas de la Ley, que Moshé recibió en el Monte Sinai. El pueblo está compuesto por tres partes: el pueblo judío está divididos en Cohanim (Sacerdotes), Leviim (Levitas), e Israelitas.
Muchas cosas en la Torá se relacionan con el número tres: hay tres divisiones en la Biblia, la Torá fue dada a los hijos de los tres patriarcas —Abraham, Itzjak e Yaacov— a través de tres hijos de Amram —Moshé, Aharón y Miriam. Además, fue dada en el tercer mes, y los judíos se prepararon tres días para recibirla.
El número tres es muy especial: Adam tuvo tres hijos, y toda la humanidad descendió de su tercer hijo, Shet; Noaj, de quien recomenzó la humanidad, también tuvo tres hijos de quienes descienden todas las naciones actuales de la tierra: Shem, Jam y Jafet; Moshé, el más grandioso de los tres hijos de Amram, también fue el tercero; Leví, el padre de los sacerdotes, fue el tercer hijo de Iaacov; hay tres rezos cada día: en la noche, en la mañana y en la tarde; los cohanim (sacerdotes) bendicen al pueblo con una bendición triple; y tanto Israel como los ángeles santifican al Eterno mediante una alabanza triple: "Kadosh, Kadosh, Kadosh".
Hay también tres niveles de significado que están a disposición de todos en las palabras de la Biblia. Ellos son:
- PESHAT: El peshat es el llano y simple significado del texto. La comprensión de las Escrituras en su estado natural, el sentido normal usando los significados usuales de ser utilizados, el estilo de la palabra literaria, marco histórico y cultural, y el contexto. El peshat es la clave de la comprensión de las Escrituras. Si descartamos la peshat perdemos cualquier posibilidad real de un conocimiento preciso y ya no estamos derivando significado objetivamente de las Escrituras (exégesis), pero subjetivamente significado a la lectura de las Escrituras (eisogesis).
- REMEZ: El nivel remez de de las escrituras trata con los principios y verdades representadas en el texto. De estos principios y verdades los maestros extraen instrucciones, los predicadores sermonean, y se relacionan uno con el otro. El nivel Remetz es como el proceso de forjar metal. El metal es calentado y después formado en algo que se pueda usar. Después es calentado otra vez y otra vez, golpeando cada vez hasta que una herramienta llega a existir. El nivel de estudio Remetz envuelve muchas preguntas. Tal como el metal, es calentado una y otra vez, entonces, de preguntas repetidas desde todos los ángulos posibles se saca el nivel de estudio. Esto envuelve la definición de palabras, incluyendo no solamente la derivación (significado primario) sino también la connotación (la expresión emocional en uso). Por eso a este nivel de entendimiento se le llama en hebreo Rémez (pista). Ese es el significado implícito del texto. Una conclusión a la que se llega mediante razonamiento inductivo sería un entendimiento Rémez. En el nivel Rémez los detalles en el texto a menudo se consideran como que implican una verdad más profunda que la que se transmite en su Peshát. Un ejemplo de significado implícito “Rémez” puede hallarse en Éxodo 21:26-27 donde se nos dice de nuestra responsabilidad concerniente a ojos y dientes. Mediante el entendimiento “Rémez” sabemos que esta responsabilidad también aplica a otras partes del cuerpo.
- DERASH: El siguiente nivel de entendimiento de las Escrituras se llama en hebreo “Derásh” que significa “escudriñar”, esa es la aplicación alegórica, tipológica u homilética del texto. En el nivel Derásh se usa la creatividad para escudriñar el texto en relación con el resto de las Escrituras, otra literatura, o la vida misma de tal manera que se desarrolle una aplicación alegórica, tipológica u homilética del texto. Este proceso a menudo envuelve eiségesis (añadir ideas al texto) del texto pero debe ser constreñido por medio de tener algún fundamento en sana exégesis también. Un entendimiento Derásh no se puede usar para despojar un pasaje de su significado Peshát, ni tal entendimiento puede contradecir algún significado Peshát de cualquier otro pasaje de la Escritura, y además, la Escritura interpreta la Escritura. Debe buscarse en las Escrituras mismas para definir los componentes de una alegoría. Por ejemplo, MattitYah 13:3-9 da la parábola de la semilla. Uno no necesita especular acerca de lo que significan los elementos de esta parábola porque el texto, en 13:18-23, procede a definir los significados de los elementos primarios de esta parábola. Otro ejemplo: En Hitgalut/Revelación 1:12-16 se mencionan siete candeleros y siete estrellas. Revelación 1:20 nos dice lo que representan. Otro ejemplo: Revelación 17:2-8 menciona siete cabezas, siete montañas, una bestia con diez cuernos, una mujer y aguas, y Revelación 17:9-18 explica a qué se refieren todos esos elementos.
Los 24 Libros del Tanaj
Los libros de la Biblia son conocidos como los “veinticuatro libros de las Escrituras”, pero si los contamos encontraremos que hay veinticinco, realmente.
- La primera sección, la Torá, consiste en los cinco libros de Moshé.
- La segunda sección consiste de ocho libros conocidos como los Profetas.
- Los primeros cuatro libros de esta sección son los primeros profetas: Yahoshúa/Josué, Shofetim/Jueces, Shemuel/Samuel y Melajim/Reyes. Los libros de Shemuel y Melajim son tan largos que fueron divididos en dos secciones, pero esto sólo fue un asunto de practicidad y se siguen contando como un libro cada uno.
- Los cuatro libros restantes son los últimos profetas: YeshaYah/Isaías, YirmeYah/Jeremías, Yejezkel/Ezequiel y los Teré Asar (una recopilación de doce libros de profetas, que por ser muy cortos han sido reunidos formando un solo libro. Estos son los doce libros:
- Hoshea/Oseas
- Yoel/Joel
- Amoz/Amós
- OvadYah/Abdías
- Yonah/Jonás
- MiYah/Miqueas
- Najum/Nahum
- Havakuk/Habacuc
- TzefanYah/Sofonías
- Haggai/Ageo
- ZejarYah/Zacarías
- MalajiYah/Malaquías).
Las Escrituras están compuestas por doce libros. Ellos son: las cinco meguilot (rollos):
- Shir Hashirim/Cantares
- Kohelet/Eclesiastés
- Rut
- Ejá/Lamentaciones
- Ester
- Iyov/Job
- Mishlé/Proverbios
- Tehilim/Salmos
- Daniyel/Daniel
- Ezrah/Esdras
- NejemYah/Nehemías
- Dibrey ha Yamim/Crónicas. Así como los libros de Shemuel y Melajim, Crónicas está dividido en dos secciones, pero se considera un solo libro. Entonces llegamos a un total de 25 libros.
Los Autores de los Libros del Tanaj y sus Respectivas Épocas
Hablando ampliamente, los libros de la Biblia cubren tres períodos de la historia judía.
- El primero es el período anterior a que los judíos entren a la Tierra Sagrada (los cinco libros de Moshé).
- El segundo, es el período en el cual ellos vivieron en la Tierra Sagrada hasta el exilio babilónico (los Neviim/Profetas).
- El tercero es el período del exilio y la subsecuente reconstrucción del Templo, relatada en varios libros de los Ketuvim/Escrituras. Durante este último período, la Tierra Sagrada no pudo ser llamada la Tierra de Israel, pues el pueblo judío estaba bajo el dominio de los persas.
Los cinco libros de la Torá fueron escritos por Moshé Rabenu. Ellos fueron escritos con el nivel más alto de profecía que un ser humano puede alcanzar. (Hay quienes opinan que los últimos ocho versículos de la Torá, que describen la muerte de Moshé, también fueron escritos por él; pero otros dicen que Yahoshúa los escribió).
Los libros de Yahoshúa, Shofetim, Shemuel y Melajim cronológicamente son la continuación de los cinco libros de Moshé – y el período de los últimos cuatro profetas se superpone con el final del período histórico cubierto por el libro de Melajim/Reyes.
Yahoshúa Ben Nun, el sucesor de Moshé en el liderazgo del pueblo, escribió la mayoría del libro de Yahoshúa, con excepción de los últimos versículos, que describen su muerte y la muerte de Elazar, el hijo de Aharón Hacohén.
Shemuel escribió el libro de los Shofetim (los Jueces) y el comienzo de su libro, que fue terminado por Gad y Natan, quienes eran profetas en el tiempo del rey David.
Los cuatro últimos profetas no fueron dispuestos en un orden cronológico estricto, pues el profeta Hoshea (cuyo libro es uno de los doce profetas menores), realmente precedió al profeta YeshaYah/Isaías.
Los libros de Melajim/Reyes y YirmeYah/Jeremías fueron escritos por el profeta YirmeYah/Jeremías. YeshaYah/Isaías, por otro lado, no escribió siquiera sus propias profecías. Los profetas sólo registraron sus revelaciones a edad avanzada, pero YeshaYah/Isaías fue asesinado por el malvado rey Menashé antes de tener la oportunidad de escribirlas, y sus profecías fueron escritas por los seguidores del rey Jizkiá, después de la muerte del profeta.
El libro del profeta Yejezkel/Ezequiel fue escrito por los Sabios de la Gran Asamblea.
Las Escrituras fueron ordenadas después de los libros de los Profetas. Ellas no fueron escritas mediante la profecía (nevuá), sino con un nivel más bajo de inspiración Divina (ruaj hakodesh).
El libro de Tehilim fue compilado por el rey David. Algunos de los salmos fueron escritos por David, otros por sus contemporáneos y otros por profetas de generaciones anteriores como Adam y Moshé.
Luego tenemos el libro de Mishlé: los Proverbios del rey Shlomó/Salomón.
Después figura el libro de Iyov/Job, quien es atribuido a la autoría de Moshé Rabenu.
Luego aparecen las cinco meguilot ordenadas de acuerdo al orden de su lectura durante el año:
- Shir Hashirim/Cantares (compuesto por el rey Shlomó) que es leída en Pesaj
- Rut (compuesto por el profeta Shemuel) que es leída en Shavuot
- Ejá/Lamentaciones (compuesto por el profeta YirmeYah/Jeremías (que es leída en Tishá BeAv)
- Kohelet/Eclesiastés (compuesto también por el rey Shlomó) que es leída en Sucot
- y por último el libro de Ester – compuesto por los Sabios de la Gran Asamblea – que es leído en Purim. ESTE ES EL LIBRO QUE SOBRA DE LA CUENTA DE 24/25, ESTE LIBRO NO ES TORÁTICO SINO QUE NARRA LA HISTORIA DE MARDUK E ISHTAR.
Los libros que restan son: Daniyel, Ezrah y NehemYah —que están ordenados cronológicamente— y el último libro del Tanaj, Crónicas, cubre todo el período de la historia del mundo, desde el primer hombre hasta el decreto del rey Ciro de Persia de reconstruir el Templo, el cual marcó el final del exilio babilónico.
Estos libros fueron escritos por los miembros de la Gran Asamblea en el tiempo del regreso del exilio babilonio y la reconstrucción del Templo. El más grande de estos líderes fue Ezrah, el sofer. Él escribió el libro de Ezrah y la mayor parte de Crónicas, que fue terminado por NehemYah.
Cuando el Templo estaba en pie, los sacrificios y los otros servicios eran la expiación por los pecados del pueblo judío. Después de la destrucción del Templo, el estudio de la Biblia tomó su lugar. A pesar de que ella no puede realmente ser igualada al servicio del Templo, de todas maneras ella sirve como una expiación para nosotros hoy en día, así como dice Yahweh:
"Porque este es el Pacto que haré con la casa de Yisrael después de esos días", dice YAHWEH: "Yo ciertamente pondré mi Torah dentro de ellos y la escribiré en sus corazones; Yo seré su Elohim, y ellos serán mi pueblo. (YirmeYah/Jeremías 31:33 "Kadosh")
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FUENTES CONSULTADAS:
Las Escrituras
Senda Antigua
Muchos más que han sido lectura durante el camino y que hoy no recuerdo específicamente por nombre
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Publicado por: Anunciadora de Sión

SOY CREYENTE EN YAHSHUA
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Tengo una pregunta ¿No fue la muerte del mesias yahshua con el derramamiento de su sangre que es la expiacion para nuestros pecados, y el es el sacrificio perfecto, nosotros tenemos que seguir haciendo sacrificios? Perdon, no entiendo esta parte.
ResponderBorrarHebreos 13:15-16 VIN2011
ResponderBorrar15 Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Elohim sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
16 No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Elohim.
Nosotros no hacemos más sacrificios de sangre porque ya tenemos sacrificio perfecto, pero seguimos haciendo SACRIFICIOS DE ALABANZA, y caminamos EN LAS OBRAS QUE ÉL PREPARÓ PARA QUE ANDUVIÉRAMOS POR ELLAS, ahora comenzaré de a poco a ir explicando los pactos